Desde inicios de 2025, la escasez de plátano en Manabí, Ecuador, ha incrementado sus precios hasta un 100%, impactando a productores de alimentos derivados, comerciantes y consumidores, debido a factores como la baja producción y afectaciones climáticas, según testimonios y datos oficiales.
Impacto en pequeños negocios por la escasez del plátano
En Manabí, la escasez de plátano ha golpeado a pequeños productores que dependen de esta musácea para elaborar productos gastronómicos. Junior Muñoz, emprendedor dedicado a la producción de empanadas, reportó una caída del 50% al 60% en su producción diaria. “No hay producción, y el precio está por las nubes”, afirmó Muñoz, quien planea reducir el tamaño de las empanadas para evitar aumentar precios. Aunque no ha despedido personal, señaló que podría hacerlo si la crisis persiste.
Vicente Macías, propietario de una chiflería en Rocafuerte con 20 años de experiencia, enfrenta una situación sin precedentes. “El precio del plátano en 2025 es el doble que en 2024”, indicó. Macías produce 1200 fundas semanales de chifles, pero redujo el peso de 210 a 190 o 180 gramos para compensar costos. Su margen de utilidad es apenas del 10%, y los clientes reclaman por la disminución del producto.
A nivel doméstico, Viviana Macías, ama de casa, redujo su compra de plátano de cinco a dos veces por semana. “Está caro y flaco. Lo reemplazo con yuca o papa”, comentó, reflejando el impacto en los hogares manabitas.
Efectos en la industria y mercados por la escasez del plátano
El sector industrial también sufre las consecuencias. Jaime Cedeño, administrador de Improdeporto S.A., confirmó una reducción del 40% al 50% en la producción, con utilidades entre 15% y 20%. La empresa suspendió temporalmente a 15 colaboradores, equivalente al 50% del personal operativo. “La escasez nos ha afectado gravemente”, aseguró Cedeño.
En el mercado mayorista, Carlos Anchundia, comerciante del mercado Plaza Central, señaló que los proveedores advierten un aumento continuo de precios. Un racimo que costaba $2 en 2024 ahora se vende por $4, y la oferta es irregular. “El martes no había plátano. Ayer llegó un poco más”, dijo, destacando la escasez intermitente.
Por unidad, el plátano se vende según su tamaño: 5 grandes, 6 o 7 medianos, o hasta 9 pequeños por $1. Los racimos oscilan entre $3,5 y $15, encareciendo los costos para comerciantes y consumidores.
Revisión de precios en gastronomía
Restaurantes y cafeterías evalúan ajustes. Raul García, dependiente de la cafetería “De vuelta al campo”, indicó que los dueños consideran aumentar los precios de bolones, corviches y pericos en un 10% o 15% debido al costo del plátano. Por ahora, mantienen precios y porciones, pero la presión económica crece.
La escasez afecta la oferta de platos tradicionales, obligando a los negocios a buscar estrategias para mantener su clientela. Los consumidores, por su parte, optan por alternativas como yuca o papa, más accesibles en el mercado.
Factores detrás de la crisis
Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Manabí cuenta con 55 mil hectáreas dedicadas al cultivo de plátano, de las cuales 45 a 50 mil están en el cantón El Carmen. Sin embargo, la temporada invernal de 2024 afectó 517 hectáreas, especialmente en Rocafuerte, Santa Ana y Portoviejo. Estas pérdidas climáticas, combinadas con posibles problemas logísticos, han reducido la oferta de plátano en los mercados locales.
La alta demanda de plátano en la gastronomía ecuatoriana agrava la situación, elevando los precios y afectando la estabilidad de pequeños negocios y la accesibilidad de alimentos tradicionales. Sin medidas para mitigar la escasez, los costos podrían seguir incrementándose, según advierten los comerciantes.