El volcán Kilauea, ubicado en la Isla Grande de Hawái y considerado uno de los más activos del mundo, registró una nueva erupción el domingo 25 de mayo, que duró aproximadamente seis horas y generó fuentes de lava de hasta 300 metros de altura, según informó el Observatorio Vulcanológico de Hawái. La actividad se produjo en el cráter Halemaumau, dentro del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, en una zona cerrada al público.
Actividad del vólcán Kilauea es breve, pero intensa
La erupción comenzó el domingo por la tarde con la aparición de varios respiraderos en el fondo del cráter, desde donde emanaron columnas de lava incandescente visibles desde puntos altos del parque. El evento concluyó la madrugada del lunes, con el cese de la actividad eruptiva, tal como confirmaron los sistemas de monitoreo del observatorio.
Este tipo de episodios son comunes en el Kilauea, especialmente tras el incremento de actividad detectado desde diciembre de 2024, cuando se produjo una erupción de mayor duración. Desde entonces, los especialistas han observado fenómenos volcánicos recurrentes que, como en este caso, tienden a tener una duración limitada, generalmente de horas.
Las imágenes captadas durante el evento muestran fuentes de lava alcanzando alturas de hasta 300 metros, así como la emisión de gases volcánicos, aunque sin afectación directa a la población ni a la infraestructura cercana.
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Kilauea, una zona restringida y monitoreo constante
El cráter Halemaumau, donde se registró esta última erupción, se encuentra dentro de un área restringida al acceso público, por lo que no hubo peligro directo para residentes o turistas. Sin embargo, el Observatorio Vulcanológico de Hawái mantiene una alerta naranja para la aviación. Esto debido al potencial impacto que la emisión de cenizas o gases podría tener en las rutas aéreas.
Las autoridades continúan monitoreando la actividad volcánica mediante instrumentos sísmicos, cámaras térmicas y sensores de gas. Estos permiten detectar cambios en tiempo real en la estructura interna del volcán. Hasta el momento, no se han identificado señales de una nueva reactivación inmediata, pero los expertos recomiendan mantenerse informados a través de fuentes oficiales.
El Kilauea es uno de los cinco volcanes que conforman la Isla Grande y ha tenido erupciones casi continuas durante décadas, siendo la más devastadora en 2018, cuando flujos de lava destruyeron más de 700 viviendas.
Importancia científica y seguimiento geológico
El comportamiento del Kilauea es objeto de estudios geológicos continuos. Esto permite observar la evolución de sistemas volcánicos activos y comprender mejor los ciclos eruptivos. Las erupciones en el Halemaumau suelen estar asociadas a procesos de acumulación y liberación de magma a escasa profundidad.
El Observatorio ha señalado que los niveles de dióxido de azufre (SO₂), un indicador clave de la actividad volcánica, han disminuido desde el fin de la erupción. Esto confirma la desactivación del evento eruptivo.
Las autoridades del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái mantienen cerrados los accesos más cercanos al cráter. Sin embargo, el área sigue siendo un punto de atracción turística, dada la visibilidad de fenómenos geológicos únicos desde zonas seguras.