La actividad física es esencial para los 1.3 millones de adultos mayores. Actividades como caminar, yoga o natación mejoran la calidad de vida, según la doctora Claudia Ramírez, gerontóloga. Realizar 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico moderado fortalece el cuerpo, reduce riesgos de enfermedades y promueve el bienestar emocional.
El ejercicio refuerza músculos y huesos, disminuyendo el riesgo de osteoporosis y fracturas. Ramírez señala que los mayores que practican entrenamiento de fuerza mejoran su densidad ósea tras seis meses. Actividades como tai chi reducen las caídas, un problema común en la tercera edad, mejorando el equilibrio y la estabilidad.
La salud cardiovascular también se beneficia. Ejercicios aeróbicos, como caminar rápido o bailar, bajan la presión arterial y fortalecen el corazón, reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas. Los mayores que incorporan estas actividades reportan mayor resistencia física y vitalidad, según la especialista.
Beneficios para la salud mental
La actividad física mejora la salud mental, aliviando síntomas de depresión y ansiedad. Ejercicios grupales, como zumba o yoga, fomentan la socialización, combatiendo la soledad, un problema que afecta a muchos mayores.
El sueño, esencial para la salud, también mejora. Los mayores que realizan yoga o estiramientos reportan mejor calidad de sueño tras tres meses. Esto ayuda a reducir el insomnio, común en la tercera edad, promoviendo un descanso reparador.
El ejercicio promueve la independencia
La independencia es clave en la tercera edad. El ejercicio mejora coordinación y equilibrio, facilitando tareas como caminar, subir escaleras o hacer compras. Los mayores activos tienen mayor probabilidad de realizar actividades diarias sin dificultad. Combinar ejercicios aeróbicos, fuerza y equilibrio puede extender la esperanza de vida con 30 minutos diarios.
La OMS recomienda 150-300 minutos semanales de actividad moderada para mayores de 65 años, con fortalecimiento muscular tres veces por semana. En Ecuador, más mayores están adoptando el ejercicio regular, impulsados por una mayor conciencia sobre la salud.

El sedentarismo suele ser común en los adultos mayores
Aproximadamente el 20% de mayores en Ecuador son sedentarios, según la experta. La falta de acceso a espacios seguros y el desconocimiento limitan la participación. La pandemia de COVID-19 redujo la actividad física entre los mayores, pero el interés por el ejercicio crece. El INEC proyecta que la población mayor alcanzará 1.5 millones para 2030, exigiendo más políticas de salud.
La doctora Ramírez enfatiza la necesidad de precaución al iniciar. “Un chequeo médico es esencial para quienes tienen hipertensión o diabetes”, señala, condiciones comunes en muchos mayores ecuatorianos. Actividades de baja intensidad, como estiramientos, son ideales para principiantes.
Recomendaciones prácticas para hacer ejercicio
Ramírez sugiere empezar con caminatas cortas o estiramientos, aumentando gradualmente la intensidad. Parques urbanos y espacios comunitarios son ideales para ejercitarse. Una rutina de 150 minutos semanales es alcanzable con cambios simples, como caminar al mercado o practicar yoga en casa. La constancia maximiza los beneficios.
La actividad física transforma la vida de los adultos mayores, promoviendo salud, conexión social y autonomía. Con 150 minutos semanales, los mayores pueden disfrutar de una vida más activa y plena, demostrando que el movimiento es esencial para un envejecimiento saludable.