El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, expresó este jueves 18 de septiembre, a través de su cuenta en X, un respaldo condicionado a la propuesta del presidente Daniel Noboa de convocar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución. Correa afirmó que no busca reemplazar la Carta Magna de 2008, impulsada durante su gobierno (2007-2017). En cambio, pretende usar la Constituyente para “mandar a casa” a un Gobierno que calificó de “mentiroso, corrupto e incompetente”. La declaración se produce en medio de tensiones por la eliminación del subsidio al diésel. Esto desató protestas y un paro nacional convocado por la CONAIE.
Rafael Correa, líder de la Revolución Ciudadana (RC), señaló que la actual Constitución, vigente desde 2008, es “una de las mejores del mundo”. Aunque admitió que puede actualizarse, atribuyó los problemas del país a los gobiernos de Lenín Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa, a los que llamó “nefastos”. Su mensaje surge tras el anuncio de Noboa de incluir la propuesta de una Constituyente en un referéndum previsto para finales de 2025. Esto es en respuesta a los rechazos de la Corte Constitucional (CC) a varias de sus reformas.
¡Vamos a la constituyente, pero sin trampas! No para una nueva Constitución -tenemos una de las mejores del mundo, aunque siempre se puede actualizar-, sino para mandar a la casa a un Gobierno evidentemente mentiroso, corrupto e incompetente.
Jóvenes, recuerden: la Constitución y… https://t.co/34Jx3LZNKk— Rafael Correa (@MashiRafael) September 18, 2025
Reacciones de la bancada correísta
La bancada de Revolución Ciudadana, principal fuerza opositora en la Asamblea Nacional, mostró posturas divididas. Mientras algunos asambleístas expresaron no temer una consulta popular, otros, como Fernando Molina, criticaron la iniciativa en una entrevista radial este jueves. Molina calificó la propuesta de Noboa como una “falta de respeto” y una estrategia para desviar la atención de problemas estructurales, como la crisis en el sistema sanitario. La RC sostiene que la actual Constitución no es el problema, sino la gestión gubernamental.
Daniel Noboa, quien planteó la Constituyente como parte de sus promesas de campaña para la reelección en 2025, argumentó en redes sociales que la medida es necesaria ante los bloqueos de la Corte Constitucional, a la que acusó de “activismo político”. El tribunal ha rechazado varias reformas del mandatario por considerarlas contrarias al marco normativo de la Carta Magna de Montecristi. Además de suspender artículos de leyes impulsadas por Noboa que enfrentan demandas de inconstitucionalidad.
Contexto de tensiones sociales y políticas
La propuesta de Noboa llega en un momento de creciente malestar social, marcado por tres días de protestas dispersas contra la eliminación del subsidio al diésel, anunciada el pasado viernes. Este jueves 18 de septiembre, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) convocó un paro nacional indefinido, intensificando las movilizaciones. Estas tensiones complican el escenario político, con la Asamblea Constituyente emergiendo como un tema polarizante.
El exministro de Gobierno, José de la Gasca, había señalado previamente que la Constitución de 2008 no responde a la realidad actual del país, abogando por una Constituyente “exprés”. Sin embargo, la postura de Correa, quien diseñó la actual Carta Magna, pone condiciones al proceso, exigiendo transparencia y un enfoque que no desvirtúe el marco constitucional existente.
Un debate que marca el rumbo político
El planteamiento de una Asamblea Constituyente reaviva el debate sobre el modelo político y económico de Ecuador. Mientras Noboa busca legitimar su propuesta a través de un referéndum, la oposición correísta y sectores sociales cuestionan sus intenciones. Argumentando que busca consolidar poder en un contexto de crisis.