Alexander Jahir P. y Jesús Mesías T. son procesados por el asesinato de un joven de 24 años. Ocurrió la noche del 24 de marzo de 2025 en la parroquia Ricaurte, de Cuenca, tras perseguirlo y agredirlo brutalmente por intentar robar en un local comercial.
El juez de turno dictó prisión preventiva para ambos la tarde del 26 de marzo, al concluir la audiencia de calificación de flagrancia y formulación de cargos.
Según las primeras diligencias investigativas, todo comenzó la noche del 24 de marzo, cuando la víctima supuestamente ingresó a robar en un local comercial del centro de Ricaurte.
El propietario lo sorprendió en el acto, lo sujetó del brazo y lo sacó del negocio, conduciéndolo por una calle hacia la iglesia central. En el trayecto, el joven logró zafarse y emprendió la huida, momento en que el dueño gritó: “¡Ladrón, ladrón!”, alertando a quienes estaban cerca.
Una persecución fatal
Cuatro hombres que se encontraban en la plaza central y una barbería acudieron al llamado. Entre ellos, Alexander Jahir P. y Jesús Mesías T. habrían tomado un rol activo en los hechos.
Las cámaras de seguridad del sector registraron cómo ambos persiguieron al joven y lo atacaron físicamente. En las imágenes, se observa a Alexander Jahir P. tomando una piedra de gran tamaño y lanzándola contra la víctima. Segundos después, Jesús Mesías T. habría repetido la acción, golpeándolo nuevamente con otra piedra.
El ataque fue tan severo que, cuando llegó la ambulancia, los paramédicos solo pudieron confirmar el fallecimiento del joven. El informe de la autopsia médico-legal reveló la causa de la muerte: los golpes provocaron la rotura de varias costillas, lo que derivó en una laceración del corazón, un desenlace fatal que subraya la violencia del incidente.
Evidencias y detención
Tras el hecho, la Policía rastreó a los sospechosos hasta una vivienda en el sector Mirador de Llacao, donde Alexander Jahir P. y Jesús Mesías T. fueron detenidos. En el operativo, las autoridades incautaron celulares y prendas de vestir con características similares a las que los agresores usaban en los videos de seguridad.
Estos elementos, junto con el parte policial, capturas de las imágenes, el acta del levantamiento del cadáver y el informe de autopsia, fueron presentados por la Fiscalía como pruebas clave en la audiencia.
Además, se incluyeron las versiones de testigos presenciales, el agente aprehensor y el padre de la víctima, quien aportó detalles sobre la identidad de su hijo. La instrucción fiscal, que busca esclarecer los hechos y determinar responsabilidades, tendrá una duración de treinta días, según lo dispuesto por el juez.