El 9 de mayo de 2025, la Secretaría Municipal de Salud de Quito informó sobre la detección del mosquito Aedes aegypti, transmisor de la fiebre amarilla, en la zona del Chocó Andino. Esta confirmación surge en un contexto de alerta nacional por la enfermedad, que ha registrado al menos cinco casos positivos y tres fallecidos en Ecuador. La cercanía poblacional con zonas endémicas de la Amazonía sería un factor de riesgo.
Fiebre amarilla: preocupación
La confirmación de la presencia del mosquito vector en el Chocó Andino, un área de alta biodiversidad cercana a Quito, ha elevado la preocupación de las autoridades sanitarias. Según declaraciones del secretario de Salud del Distrito Metropolitano de Quito, Miguel Malo, al canal Teleamazonas, la identificación del Aedes aegypti en esta zona representa un riesgo potencial para la población, dada su capacidad de transmitir la fiebre amarilla.
Malo explicó que existe una «relación cercana» y un «intercambio poblacional» significativo entre la provincia de Sucumbíos, en la Amazonía ecuatoriana, y algunas parroquias rurales de Quito, especialmente con la llamada Ruta Escondida en la parroquia San José de Minas. Este movimiento de personas podría facilitar la propagación de la enfermedad si no se toman las precauciones necesarias.
Ante esta situación, la Secretaría de Salud ha intensificado las medidas de control vectorial en las parroquias rurales cercanas al Chocó Andino. Se ha instado a la comunidad a eliminar posibles criaderos del mosquito, como llantas y recipientes donde se acumula agua, recordando que el Aedes aegypti también es vector del dengue, otra enfermedad presente en el país.
Medidas preventivas y campaña de vacunación
Una de las recomendaciones urgentes dirigidas a la población de Quito es la vacunación contra la fiebre amarilla, especialmente para quienes planean viajar a la región amazónica. A nivel nacional, el COE Nacional ya había ordenado reforzar la campaña de inmunización, priorizando a grupos de riesgo como niños y mujeres embarazadas a partir de la semana 27 de gestación.
Según Miguel Malo, se espera que esta campaña de vacunación se agilice en Quito y concluya antes de septiembre de 2025. La vacunación es una herramienta clave para prevenir la enfermedad y mitigar el impacto de posibles brotes.
Es importante recordar que la fiebre amarilla es una enfermedad grave transmitida por mosquitos y prevenible mediante la vacunación. Los síntomas pueden variar desde fiebre y dolores musculares hasta complicaciones graves como ictericia y hemorragias. La detección del mosquito vector en una zona cercana a un centro urbano como Quito subraya la importancia de las medidas de prevención y control.