Un equipo de glaciólogos, liderado por Mathieu Morlighem de la Universidad de California, descubrió en 2025 el punto más profundo de la Tierra. El punto está ubicado a 3.500 metros bajo el nivel del mar en el glaciar Denman, Antártida Oriental, utilizando un innovador mapa topográfico, BedMachine Antártida, para estudiar la dinámica del hielo y sus implicaciones climáticas globales.
Un avance científico sin precedentes ha permitido cartografiar con detalle el subsuelo de la Antártida. Este es el cuarto continente más extenso del planeta, que alberga el 80% del agua dulce mundial congelada en su capa de hielo. El proyecto BedMachine Antártida, liderado por el glaciólogo Mathieu Morlighem de la Universidad de California en Irvine, combina datos de radar aéreo.
Estos fueron recopilados desde 1967 por 19 institutos internacionales. Esto mediante mediciones de batimetría de la misión Operation IceBridge de la NASA y datos sísmicos.
El esfuerzo de los científicos
Este esfuerzo, detallado en el artículo “Deep glacial troughs and stabilizing ridges unveiled beneath the margins of the Antarctic ice sheet” publicado en Nature Geoscience. La investigación generó el mapa topográfico más preciso del continente austral. El hallazgo más destacado es la identificación del cañón bajo el glaciar Denman, que alcanza una profundidad de 3.500 metros bajo el nivel del mar, superando al Mar Muerto (395 metros bajo el nivel del mar) como el punto más bajo en tierra firme.
Este cañón, relativamente angosto, es crucial para el equilibrio del hielo en la Antártida Oriental, ya que permite que grandes masas de hielo fluyan hacia la costa. Según Morlighem, “su profundidad es necesaria para que tal volumen de hielo alcance el océano”. El mapa también revela crestas estabilizadoras en la base antártica, que frenan el flujo de hielo a través de las montañas Transantárticas. Sin embargo, se identificaron zonas vulnerables, especialmente en los glaciares Thwaites y Pine Island, en la Antártida Occidental.
Glaciar del tamaño de Reino Unido
Estos glaciares, particularmente el Thwaites, comparable en tamaño al Reino Unido, presentan configuraciones de lecho que facilitan un retroceso acelerado del hielo. Las simulaciones indican que un aumento en las temperaturas globales podría acelerar el deshielo, con un impacto directo en el nivel del mar y los patrones climáticos globales. La Antártida, con un espesor promedio de hielo de 2.500 metros y hasta 5 kilómetros en áreas como la Tierra de Adelia, es el continente más frío, seco y elevado, con una altitud media superior a los 2.000 metros.
Su inlandsis representa el 90% de la criosfera terrestre, lo que lo convierte en un componente crítico del sistema climático.
El mapa BedMachine no solo mejora la comprensión de la dinámica del hielo en el glaciar, sino que también servirá como base para modelos predictivos sobre el deshielo, las corrientes oceánicas y la biodiversidad polar, incluyendo especies como pingüinos, ballenas y focas.
Contexto relevante
La Antártida, a pesar de ser un continente remoto y hostil, es un pilar del equilibrio climático global. Su capa de hielo regula el nivel del mar y las corrientes oceánicas, influyendo en ecosistemas y patrones climáticos a nivel mundial. El descubrimiento del cañón Denman y las zonas de riesgo en glaciares como Thwaites y Pine Island subrayan la urgencia de abordar el cambio climático.
Un colapso de la Antártida Oriental, aunque menos probable que el de la Occidental, podría elevar el nivel del mar significativamente. Las afectaciones a millones de personas en zonas costeras, incluidas ciudades ecuatorianas como Guayaquil y Manta.
El proyecto BedMachine Antártida representa un salto en la exploración del subsuelo antártico, superando las limitaciones de los radares aéreos tradicionales, que eran menos efectivos en glaciares de movimiento rápido. La integración de datos históricos y modernos ha permitido mapear con precisión áreas previamente desconocidas, proporcionando una herramienta clave para la comunidad científica. (27)