El puente Jaime Roldós Aguilera, ubicado en la parroquia Valle Hermoso, Santo Domingo, enfrenta un deterioro crítico tras más de 40 años sin mantenimiento preventivo. Autoridades locales y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército alertaron sobre el riesgo de colapso, afectando la conectividad de la región. La falta de intervención pone en peligro a los habitantes y el transporte pesado.
Un puente en estado crítico
La parroquia rural de Valle Hermoso, en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, depende del puente Jaime Roldós para conectar a sus habitantes y facilitar el transporte de mercancías. Construido hace más de cuatro décadas, este viaducto nunca recibió mantenimiento preventivo, según ha afirmado en varias ocasiones Patricio Paredes, presidente del Gobierno Parroquial. Esta situación ha generado preocupación entre los moradores, quienes reportan temblores en la estructura al paso de vehículos pesados.
Además, un informe del Cuerpo de Ingenieros del Ejército reveló daños estructurales significativos, recomendando una intervención urgente. El reporte estima que el costo de mantenimiento asciende a un millón de dólares, mientras que una reconstrucción total, en caso de colapso, podría costar entre 8 y 10 millones de dólares. La advertencia técnica subraya la fragilidad del puente, especialmente ante el tráfico pesado.
Por otro lado, el cierre temporal de la vía Alóag en el kilómetro 83, debido a trabajos de estabilización de talud, ha incrementado la presión sobre el puente. Patricio Paredes contradijo a la prefectura, afirmando que la estructura no está apta para soportar el transporte pesado redirigido por esta ruta.
Alcalde dice que se actuará sin mirar competencias
El alcalde Wilson Erazo expresó su compromiso para intervenir el puente de inmediato. Durante una inspección reciente, señaló: “Vamos a chequear para tomar medidas. No nos enfrascaremos en competencias, sino en resolver el tránsito”. Erazo destacó la necesidad de acciones como la instalación de placas de neopreno, pintura de la estructura y reparaciones urgentes para garantizar la funcionalidad del soporte.
Asimismo, Bryan Sánchez, director distrital del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), aclaró que el mantenimiento del puente no es competencia directa del ministerio, pero manifestó disposición para colaborar mediante convenios. “Nadie espera un colapso que deje incomunicada a la población”, afirmó. Por su parte, la prefecta Johana Núñez y Daniel Moreira, director de Obras Públicas de la Prefectura, confirmaron su apoyo para trabajar en equipo con el municipio.
En 2024, un socavón en el acceso al puente ya había requerido una intervención de emergencia. La prefectura aportó piedra escollera y maquinaria, mientras el municipio ejecutó los trabajos sin un convenio formal, atendiendo la urgencia.
Desafíos técnicos y soluciones propuestas
El principal problema del puente radica en la socavación de uno de sus accesos, lo que limita su uso a un solo carril. Según Daniel Moreira, la solución implica romper la vía afectada, implementar un drenaje adecuado y rellenar con piedra gruesa para resistir el paso de vehículos y el flujo de agua subterránea. Estas medidas buscan estabilizar la estructura y prevenir un colapso total.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército también recomendó acciones específicas, como el refuerzo de la estructura y la modernización de componentes clave. Sin embargo, la falta de estudios previos y avances concretos en el mantenimiento preocupa a los moradores. Patricio Paredes señaló: “El puente tiembla. Necesitamos acción urgente”.
Un puente que es de mucha importancia
El puente Jaime Roldós Aguilera es vital para la conectividad de Valle Hermoso y otras zonas aledañas. Un eventual colapso aislaría a la parroquia, afectando el transporte de productos agrícolas y la movilidad de los habitantes. La situación se agrava por la dependencia del puente para el tráfico pesado, especialmente tras el cierre de la vía Alóag.
Por ello, las autoridades locales y provinciales han iniciado conversaciones con el gobierno central para gestionar recursos y ejecutar un plan de mantenimiento integral. Bryan Sánchez mencionó que las negociaciones buscan un “fin común” para garantizar la seguridad de la estructura.
Mientras tanto, los moradores exigen celeridad en las acciones. La falta de mantenimiento preventivo durante décadas ha dejado al puente en un estado vulnerable, y la comunidad teme las consecuencias de un colapso (21).
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