Adrián Avilés, integrante del pódcast Sí somos, está marcando tendencia con su estilo auténtico. Inspirado por el teatro y el cine, este joven ecuatoriano apuesta por la ropa de segunda mano, creando looks ecoamigables que reflejan su personalidad y desafían las normas de la moda comercial.
Adrián Avilés no se viste para impresionar: se viste para ser él. Criado en un mundo de teatro, con padres actores que le enseñaron el poder del vestuario, este integrante de Sí somos ve la moda como una forma de transformación. “Crecí entre bambalinas, viendo cómo una prenda te convierte en alguien nuevo”, cuenta en una entrevista llena de risas y sinceridad. Inspirado por películas como El diablo viste a la moda y Sex and the City, Adrián, de 28 años, quiere que su estilo inspire. “Si yo me atrevo, otros también pueden”, dice, y sus seguidores en Instagram lo confirman: “¡Tu vibra es única, crack!”.
Adrián tiene un clóset que cuenta historias
Para Avilés, la ropa de segunda mano es su bandera. “Es ecoamigable, original y cada pieza tiene una historia”, explica. Su armario, un tesoro de hallazgos, siempre incluye camisetas blancas y negras como base, pero los accesorios de segunda mano son su sello. “Me encanta saber que nadie más tendrá esa camisa o ese collar”, dice. Esta filosofía lo hace destacar en un mundo donde las marcas dominan. Comprar de segunda no solo reduce su huella ambiental, sino que le da un estilo irrepetible. “Es como llevar arte”, comentó un fan en redes, celebrando su enfoque.
Buscar tesoros en tiendas de segunda mano tiene sus riesgos, y Adrián lo sabe bien. “Una vez rompí una camiseta al probármela por encima, ¡y tuve que comprarla con el hueco!”, recuerda entre carcajadas. También admite errores de talla: “A veces me queda apretado o se ve fatal, pero es parte de la diversión”. Su prenda más barata, una camiseta de 95 centavos, es su orgullo. Estas anécdotas muestran su pasión por la búsqueda, que compara con “encontrar un diamante en bruto”. Sus historias resuenan con quienes ven la moda como una aventura.
Sus looks reflejan su alma
“Creativo, atrevido, excéntrico y súper yo”, así describe Adrián su estilo. Sus outfits dependen de su estado de ánimo: “Si hoy me siento monocromático, mi clóset me da lo que necesito”. Su armario, que llama “bastante grande”, es un reflejo de su personalidad cambiante. Esta autenticidad conecta con su audiencia, que lo ve como un referente para romper esquemas. “Tus looks me motivan a ser más yo”, escribió una seguidora en Instagram. En un mundo de tendencias uniformes, Avilés es un soplo de aire fresco.
Aunque estudió diseño de moda durante un año en la Universidad San Francisco de Quito, Adrián sintió que las aulas no eran para él. “Aprendí técnicas, pero necesitaba crear sin reglas”, confiesa. Al dejar los estudios, se lanzó a experimentar, guiado por su instinto y su amor por la moda. Su historia recuerda a figuras como Gigi Mieles, compañera de pódcast, quien también aboga por la autenticidad. “La moda no es seguir, es sentir”, dice, un mensaje que cala en la juventud ecuatoriana.
Moda con impacto
Más allá de los looks, Adrián Avilés promueve un mensaje poderoso: la sostenibilidad importa. Al elegir ropa de segunda mano, desafía el consumismo y anima a otros a cuidar el planeta. Su estilo, inspirado por el teatro y el cine, es una invitación a ser valiente, a contar historias a través de la ropa. “No visto para la industria, visto para mí”, sentencia. Con cada outfit, Adrián no solo brilla: abre camino para que otros se atrevan a ser ellos mismos.