Cinco hombres recibieron una condena de 34 años y 8 meses por un doble asesinato ocurrido en Jaramijó. Ocurrió el 27 de mayo de 2024 en el sector concha acústica del cantón Jaramijó. La Fiscalía presentó pruebas que llevaron a condenas de 34 años y 8 meses para cuatro como autores directos y 17 años y 4 meses para un cómplice.
Ese día, el 27 de mayo de 2024, agentes de la Policía, mientras realizaban patrullajes rutinarios, recibieron una alerta sobre un doble asesinato en la zona. Al llegar, encontraron a dos personas sin vida. Eran víctimas de un ataque perpetrado por cuatro individuos que llegaron en un vehículo y huyeron tras cometer el crimen. Eso desencadenó una persecución que marcó el inicio de la resolución de este caso.
Testigos presenciales relataron a los uniformados que los atacantes, identificados posteriormente como José M., Henry O., Johnny G. y Audy R., huyeron de la escena del doble asesinato a toda velocidad. Con esta información, las autoridades iniciaron una búsqueda del automóvil en que se movilizaban.
La persecución culminó en un enfrentamiento armado: los sospechosos dispararon contra los agentes, quienes respondieron al fuego y lograron detener el vehículo. En su interior se encontraron tres armas de fuego, municiones, teléfonos celulares y otras evidencias. Armas usadas en el doble asesinato.
Días después, una investigación más exhaustiva llevó a la captura de un quinto implicado, Jorge C. Estaba en una vivienda alquilada que los atacantes habrían usado como base para planificar el doble asesinato. Según la Fiscalía, este sujeto desempeñó un rol clave como cómplice, organizando los detalles del crimen. Las detenciones y el hallazgo de pruebas materiales sentaron las bases para un proceso judicial que culminó con la sentencia del Tribunal de Garantías Penales de Manta.
Pruebas que sustentaron la sentencia
Durante la audiencia de juicio, la Fiscalía presentó un expediente con más de 30 elementos probatorios del doble asesinato. Entre ellos destacaron los testimonios de los agentes policiales que acudieron al lugar del crimen y participaron en la captura. Así como el informe investigativo que reconstruyó la secuencia de los hechos. El informe de reconocimiento del lugar y el levantamiento de evidencias confirmaron la presencia de los procesados en la escena.
Mientras que las actas de autopsia revelaron que las víctimas, Willy Mero y Jaime Manzaba, murieron por heridas de bala. Un elemento crucial fue la pericia balística, que comprobó que las armas incautadas en el vehículo fueron utilizadas en el doble asesinato.
Además, los teléfonos celulares decomisados aportaron datos sobre comunicaciones entre los implicados antes y después del doble asesinato. Estos elementos, combinados con el testimonio de testigos, permitieron al Tribunal declarar la culpabilidad de los cinco procesados: José M., Henry O., Johnny G. y Audy R. como autores directos, y Jorge C. como cómplice.
El fallo impuso penas severas: 34 años y 8 meses de prisión para los cuatro autores materiales. Una de las sanciones más altas contempladas en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) para el delito de asesinato, y 17 años y 4 meses para el cómplice. Esto acorde con su grado de participación. La sentencia refleja la gravedad del hecho y el uso de violencia armada en un espacio público. (27)