La provincia de Manabí se encuentra en alerta debido a movimientos de tierra, fisuras y fallas geológicas que amenazan a cinco cantones: Santa Ana, Paján, Portoviejo, 24 de Mayo y Tosagua. José Ramón Santana, coordinador zonal de la Secretaría de Gestión de Riesgos Zonal 4 (SNGR), ha detallado los riesgos identificados tras inspecciones recientes y estudios geofísicos, destacando la magnitud de una falla geológica en la comunidad El Verdum, en Tosagua, que se extiende por 20 kilómetros.
A esta alerta se suma la de Portoviejo, con el deslizamiento activo en dos de los nueve sectores declarados en emergencia territorial focalizada por el Comité de Operaciones Emergentes (COE) cantonal. Las fuertes lluvias que han agravado estas condiciones, poniendo en riesgo a comunidades enteras y generando daños significativos en infraestructura y viviendas.
Santana subrayó que las afectaciones de este año superan con creces las del año anterior. “En Manabí, tenemos un reporte preliminar de 30.000 familias afectadas en 20 cantones, cuando inicialmente eran solo seis. Este no parece solo un fenómeno invernal, sino un cambio estructural”, afirmó. Según la (SNGR), Manabí ha registrado 330 eventos adversos este invierno, incluyendo deslizamientos, inundaciones, colapsos estructurales y hundimientos.
Crisis en Tosagua: una falla histórica
Entre las recomendaciones, Santana destacó la necesidad de estudios de suelo a 30 metros de profundidad, que deben ser liderados por los gobiernos autónomos descentralizados con apoyo de la academia. Además, se plantea la reubicación de familias en zonas de riesgo, una medida que requiere coordinación interinstitucional. “No basta con estudios. Hay que determinar si estas áreas son inhabitables y trabajar en soluciones permanentes”, enfatizó. La SNGR también propone medidas de mitigación post-invierno y la creación de ordenanzas municipales para declarar zonas de riesgo, lo que obligaría a los habitantes a reubicarse.
En Tosagua, aproximadamente 60 familias de las comunidades El Verdún y La Chipornia están en riesgo. La información levantada por técnicos de la SNGR reveló que la falla geológica, originada en el terremoto de 1998 en Sucre, Bahía, se extiende desde el sitio El Junco, en Tosagua, hasta Barquero, en Chone, abarcando 20 kilómetros. Esta falla ha generado un deslizamiento rotacional en una masa de tierra de 16 hectáreas, afectando 800 metros de la vía Tosagua-Bahía y dejando al menos 11 viviendas destruidas.