Un temblor de magnitud 4,4 en la escala de Richter sacudió Nápoles y localidades cercanas en los Campos Flégreos, Italia, este martes 13 de mayo a las 12h10 hora local (05h00 Ecuador), con epicentro en el golfo de Pozzuoli. Aunque no se reportan daños, la población experimentó momentos de pánico.
El seísmo, registrado por el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), tuvo su origen a tres kilómetros de profundidad, lo que intensificó su percepción en la superficie. Menos de 20 minutos después, un segundo temblor de magnitud 3,5 se sintió en la misma zona, lo que llevó a las autoridades a advertir sobre un posible enjambre sísmico, una serie de temblores consecutivos en una región específica.
El alcalde de Pozzuoli, Luigi Manzoni, utilizó las redes sociales para informar a la ciudadanía y pedir calma. “Estamos monitoreando la situación. Permanezcan en espacios abiertos”, escribió. Otros alcaldes de la región, como los de Bacoli y Quarto, emitieron mensajes similares, según reportes de la agencia AdnKronos.
Medidas de precaución en Nápoles
En respuesta al evento, las autoridades de Nápoles suspendieron temporalmente las clases en varios centros educativos. La Universidad Federico II evacuó su sede principal como medida preventiva. Algunos edificios públicos y privados fueron inspeccionados para descartar daños estructurales, aunque hasta el momento no se reportan afectaciones significativas.
Los Campos Flégreos, una región volcánica activa al oeste de Nápoles, son propensos a este tipo de actividad sísmica debido a su geología. El INGV señaló que los temblores forman parte de la dinámica natural de la zona, pero mantienen un monitoreo constante para evaluar riesgos.
Contexto de la actividad sísmica
La región de Nápoles ha experimentado temblores recurrentes en los últimos años, especialmente en los Campos Flégreos, donde la actividad volcánica subterránea genera movimientos tectónicos. En 2023, un enjambre sísmico similar causó preocupación, aunque sin consecuencias graves. Los expertos del INGV indican que estos eventos no necesariamente predicen un terremoto mayor, pero recomiendan a la población estar preparada.
Las autoridades locales han instado a los ciudadanos a seguir las indicaciones oficiales y evitar la propagación de rumores. Los servicios de emergencia permanecen en alerta, y el INGV continúa analizando los datos para determinar la evolución de la actividad sísmica.