El Estero Salado, considerado uno de los principales pulmones naturales de Guayaquil, recibe a diario grandes volúmenes de residuos sólidos que afectan la calidad del agua, el aire y la salud ambiental. Para enfrentar esta problemática, la Dirección de Aseo Cantonal y Servicios Especiales (DACSE) lidera un operativo de limpieza que cubre 540 hectáreas de superficie.
Cada día, 109 trabajadores municipales recorren el estero en 17 embarcaciones, apoyados por dos camiones recolectores y un contenedor especial. La labor busca frenar el impacto de la contaminación provocada por la acumulación de plásticos, metales, vidrios, muebles y electrodomésticos.
Según el Municipio, el volumen de desechos retirado del estero supera las mil toneladas al mes, lo que convierte a esta intervención en una de las más intensivas en el ámbito urbano ambiental.
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Contaminación urbana llega al mar
“La basura generada es arrastrada por el agua a través de esteros, ríos y alcantarillas, y termina finalmente en el mar”, explicó Isabel Tamariz, directora de Ambiente del Municipio de Guayaquil. Según la funcionaria, se estima que entre el 60 % y el 80 % de los desechos que contaminan los océanos provienen de zonas urbanas.
El Estero Salado actúa como canal receptor de estos residuos, en especial durante las lluvias o cuando ocurren mareas altas. Estos factores naturales dificultan las labores de limpieza, por lo que los equipos concentran sus esfuerzos en los momentos de marea baja, cuando es más eficiente la recolección.
La contaminación del estero no solo afecta el entorno natural, sino que también tiene consecuencias en la salud pública y en la imagen urbana de la ciudad.
Zonas intervenidas y llamado ciudadano
Las brigadas de limpieza realizan recorridos por sectores como Las Ranas, Mogollón, Puerto Liza, Puente de la G, Palanqueado, Viernes Santo, Estero del Muerto, Perimetral hasta Coviem, Urdesa, Miraflores, Kennedy y el área del Puente Ecológico hasta la avenida Juan Tanca Marengo.
El Municipio recuerda a la ciudadanía que está prohibido arrojar basura al estero. Para contribuir al control, se mantiene activa la línea 181, a través de la cual se pueden denunciar actos de contaminación ambiental.
“El compromiso de la ciudadanía es clave”, reiteró Tamariz. “Si no se cambia el comportamiento sobre el manejo de los residuos, la contaminación persistirá sin importar la frecuencia de limpieza”.
Contexto ambiental y sostenibilidad
El Estero Salado no solo es un ecosistema estratégico para la biodiversidad, sino también un regulador climático y natural contra inundaciones. Su degradación representa un riesgo para el desarrollo sostenible de Guayaquil.
Desde 2021, el Municipio ha fortalecido sus acciones para frenar la contaminación y proteger este cuerpo de agua. Las campañas de educación ambiental, la instalación de señalética preventiva y el patrullaje en embarcaciones son parte de las acciones complementarias al trabajo de recolección.
La estrategia municipal busca, además, reducir la cantidad de residuos que llegan al estero desde su origen. Para ello, se han impulsado planes de reciclaje y educación comunitaria en sectores cercanos.