John Reimberg, ministro del Interior, anunció que el Gobierno ecuatoriano transformará la Unidad Antisecuestros y Extorsión (Unase) en una Dirección Nacional. La idea es fortalecer la lucha contra los crecientes casos de secuestros y extorsiones que afectan al país. La medida busca asignar más recursos y personal especializado para enfrentar estos delitos, que han generado alarma entre comerciantes y ciudadanos.
Reimberg explicó que la reestructuración de la Unase, creada en 1994 permitirá contar con un presupuesto anual específico y un mayor número de efectivos. La unidad, con presencia en Quito, Guayaquil, Manta y unidades móviles a nivel nacional, tiene como misión clave. Con ello buscan prevenir y neutralizar estos delitos, rescatar víctimas y detener a los responsables.
Dirección Nacional contaría con más recursos
Según cifras oficiales, los casos de extorsión en Ecuador se dispararon de 6.651 en 2022 a 20.293 en 2024. Aunque en los primeros cuatro meses de 2025 se reportaron 4.569 casos, una leve reducción, pero el problema persiste. Los comerciantes se han convertido en los principales secuestrados de sus locales en las últimas semanas. En cuanto a los secuestros, la Policía Nacional registró 713 casos en 2022 y 2.095 en 2024.
Sin embargo, entre enero y abril de 2025 se contabilizaron 692 casos. Los secuestros extorsivos también muestran un aumento alarmante, pasando de 581 en 2022 a 1.457 en 2024, con 417 casos en los primeros meses de 2025.
El ministro Reimberg destacó que la transformación de la Unase a Dirección Nacional busca fomentar las denuncias, especialmente en casos de extorsión. En esos casos las víctimas suelen evitar reportar por temor a represalias. El Gobierno vincula estos delitos al financiamiento de organizaciones criminales armadas. Aquello ha llevado a declarar un conflicto armado interno en el país.
Buscan una respuesta más robusta contra la delincuencia
Las autoridades han priorizado el fortalecimiento de unidades élite para combatir estas redes delictivas. Esta no es la primera vez que se intenta elevar el estatus de la Unase. En el pasado, el exministro José Serrano firmó un acuerdo para crear una Dirección Nacional de Delitos contra la Vida y Secuestros. Reimberg subrayó que la actual reestructuración responde a la necesidad de una respuesta más robusta ante la creciente inseguridad.
La situación en Ecuador refleja un desafío estructural, con el crimen organizado aprovechando las vulnerabilidades económicas y sociales. La Policía y el Gobierno han intensificado operativos en zonas de alta incidencia, pero los resultados aún no logran reducir los delitos. Se espera que la nueva Dirección Nacional, una vez implementada, mejore la coordinación y eficacia en la prevención y respuesta a estos crímenes.
