Ha estado en tres países, pero se enamoró de Manta



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En Playita Mía no lo conocen como Edgardo. Ese fue el nombre que escogió para él su mamá, en el año de 1951 cuando nació en Santiago de Cuba.
Esta ciudad es la segunda más importante de Cuba, país al que no regresa desde hace 18 años, cuando decidió emigrar. Se vio obligado a dejar todo atrás. La situación económica y política de su país no le aseguraba un futuro, por lo que decidió salir, dijo.

Además de Ecuador, ha vivido también en Venezuela, Colombia y Brasil.
¿Cómo llegó a Manta?, pues aduce que lo hizo sin planificar ya que la idea era vivir en Guayaquil, pero una vez que llegó a Manta se enamoró de la ciudad, del ambiente, del clima y decidió quedarse.
Han pasado cinco años de aquello.

Su lugar de trabajo es Playita Mía. Allí recibe a sus clientes, quienes lo conocen como “Cuba”, al igual que los comerciantes y usuarios del mercado de mariscos.

En su país,  Edgardo se profesionalizó como masajista, pero previo a ello fue atleta de marcha y competía en distancias desde 20 a 50 kilómetros.
Una vez que se retiró, se preparó como entrenador deportivo, masajista y rehabilitador físico.

En los cuatro países que ha estado se ha dedicado a realizar masajes generales, corporales, parciales; pero también ayuda a tratar lesiones de rodilla, tobillo y brazos. La ciudad que más recuerda es Manaos, en Brasil. Allí vivió en un sector conocido como Río Negro y cuenta que el caudal del río aumentaba de un momento a otro y que es tan grande que no se alcanza a ver la otra orilla.

Su fuerte en la actualidad son los masajes, señala que los anti desestresantes y relajantes son los que más le solicitan los clientes.
“La mayoría de personas dicen sentirse estresadas y con dolor de cabeza, pero con un par de masajes queda como nueva”, dijo.
Para cumplir con su trabajo utiliza principalmente aceite para bebés y los mezcla con otras esencias.

Con su esposa, Magnelis García, se conocieron en Venezuela, él quedó flechado y con el tiempo se casaron. En su momento ella también fue deportista y también realizaba masajes. A diario ella labora en la playa El Murciélago, donde ya es reconocida.

Edgardo cuenta que le gusta de Manta la tranquilidad de poder caminar por diferentes sectores y que no haya violencia como en Guayaquil, por ejemplo.

“Mientras en mi país no cambie el modelo de gobierno, yo no regreso. Ecuador es muy parecido a Cuba. En la comida, en la calidez de la gente. Solo cambian pequeñas cosas”, dijo.

> Gustos.  Edgardo Cobián Premier reside en la parroquia Los Esteros, desde donde atiende a los clientes. Él reside en la calle 119 y avenida 103.
Se considera un “cubano raro”, ya que a diferencia de la mayoría de sus compatriotas, a él no le gusta el habano, el café y tampoco bebe licor.
Pese a que han pasado muchos años desde que dejó la marcha, aún tiene mente de deportista.  

“Solo bebo para mi cumpleaños y una cervecita o dos a lo mucho”, dijo.
Quienes deseen realizarse algún tipo de masaje pueden llegar al mercado de Playita Mía y preguntar por ‘Cuba’, no por Edgardo, porque nadie le daría razón de él.

Quienes deseen recibir masajes relajantes o tratar alguna lesión muscular se pueden comunicar al número 0964094916.



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