Farándula. El vicio que Roberto Manrique dejó: ¿Qué lo hizo cambiar?
¡De 30 cigarrillos diarios a respirar libre! Roberto Manrique, el galán ecuatoriano, confesó cómo dejó el cigarillo tras la muerte de su padre por cáncer de pulmón, un giro que inspira a todos.
Roberto Manrique no solo conquista con su talento, ¡también con sus decisiones! El actor abrió su corazón sobre cómo dejó atrás el cigarillo, un vicio que lo acompañó hasta que la vida le dio un golpe duro. “Mi papá, Xavier, murió de cáncer de pulmón en 2005, y eso me hizo replantearlo todo”, contó en una publicación de Instagram el 4 de marzo de 2025. Ese día, entre risas y recuerdos, dijo que el dolor lo empujó a apagar el último pitillo para siempre.
Según Manrique, su hábito empezó a los 17 años. “Llegué a fumar hasta 30 cigarrillos al día. Este es el cenicero en mi balcón”, escribió sobre la imagen de un envase color marrón repleto de colillas, que luego le sirvió para darse cuenta de hasta dónde había llegado.
Roberto Manrique no esquivó los detalles. “Igual paraba, intentaba, pero siempre recaía”, confesó en su publicación, recordando años de lucha. La muerte de su padre por cáncer de pulmón, causada por el tabaco, fue un eco constante. “Como ambientalista y presentador deportivo, era incoherente seguir fumando”, se autocriticó. Todo cambió cuando vio que llevaba 23 años fumando, casi igual que su papá. “No podía repetir ese patrón tan absurdo”, dijo, decidido a romper el ciclo.
El clic de los 40 años en Roberto Manrique
El cambio llegó al cumplir 40 años, en 2020. “Me mentalicé por meses. Ese día desperté con una nueva identidad: exfumador”, explicó. La voluntad lo llevó a dejar atrás el cenicero y recuperar su vida. Comparado con famosos como Ashton Kutcher, que dejó el tabaco en 2006, el giro de Roberto tiene un toque personal: evitar el destino de su padre.
Actualmente, Manrique se halla en Bogotá, Colombia, donde presenta la obra de teatro El juego de ser perfecto. Una puesta en escena que la relaciona con su pasado y al consumo de cigarrillo.
“Dejar esos 30 cigarros me dio una nueva vida”, cerró en su post. Su confesión no solo es un hit en redes, sino un empujón para quien quiera apagar el vicio. Roberto Manrique lo logró y lo cuenta con orgullo.
Kerlley Ponce