Las diferencias en los hábitos financieros, como ser ahorrador o gastador, son una de las principales causas de conflictos en las parejas ecuatorianas, según expertos. En un país donde el 41,1% de los hogares gasta más de lo que ingresa, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), encontrar un punto medio en la gestión del dinero es clave para fortalecer las relaciones y garantizar la estabilidad económica.
El manejo adecuado de las finanzas en pareja requiere comunicación abierta, planificación conjunta y acuerdos equitativos. Según Fundación Bien-Estar, la incompatibilidad financiera es un factor común en desacuerdos que pueden llevar a rupturas. “La clave es la transparencia. Hablar abiertamente sobre dinero alivia tensiones y fortalece el compromiso hacia metas comunes”, afirma Carolina Landín, asesora de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Empresarial de Produbanco.
En Ecuador, donde el 96% de la población no ha recibido educación financiera, según el Banco Central del Ecuador, estas conversaciones son esenciales para superar diferencias entre ahorradores, que priorizan el futuro, y gastadores, que buscan gratificación inmediata.
Un presupuesto para conocer sus realidades
Una estrategia efectiva es establecer un presupuesto conjunto que contemple gastos comunes, ahorros y necesidades individuales. Los expertos recomiendan el modelo “lo tuyo, lo mío y lo nuestro”, donde cada miembro aporta proporcionalmente a sus ingresos a una cuenta compartida para gastos del hogar, mientras mantiene cuentas separadas para gastos personales.
Por ejemplo, si uno gana $800 y el otro $200, el primero podría cubrir el 80% de los gastos conjuntos y el segundo el 20%, garantizando equidad. Este enfoque, según el portal tusfinanzas.ec, permite a las parejas mantener independencia económica sin descuidar responsabilidades compartidas.
Negociar metas comunes
Otro paso crucial es identificar el significado del dinero para cada integrante de la pareja. “El dinero representa cosas distintas: seguridad para el ahorrador, experiencias para el gastador”, explica el psicólogo clínico Michael Tobin en un estudio citado por tusfinanzas.ec. Comprender estas perspectivas ayuda a negociar metas comunes, como ahorrar para una vivienda o planificar un viaje.
Las parejas deben reunirse regularmente, idealmente cada mes, para revisar el presupuesto, ajustar prioridades y discutir imprevistos. Herramientas digitales como aplicaciones de gestión financiera (Monefy, Splitwise) facilitan el seguimiento de gastos compartidos en tiempo real. Crear un fondo de emergencia es otra recomendación clave.
Los expertos sugieren ahorrar entre tres y seis meses de gastos recurrentes para enfrentar eventualidades, como la pérdida de empleo, que en Ecuador afecta al 4,8% de la población activa, según el INEC. Este fondo reduce la presión financiera y fomenta la estabilidad. Además, pactar un límite de gastos individuales sin necesidad de consulta mutua –por ejemplo, $50 mensuales– permite a los gastadores disfrutar sin comprometer el presupuesto conjunto.La comunicación efectiva es fundamental para evitar conflictos.
Evitar las discusiones por temas financieros
Los especialistas aconsejan tratar las discusiones financieras como una “cita”, en un ambiente relajado, para reducir tensiones. También se recomienda evitar juicios sobre los hábitos del otro y enfocarse en soluciones. Por ejemplo, si el gastador tiende a compras impulsivas, el ahorrador puede proponer metas de ahorro motivadoras, como un viaje o una inversión. Fundación CRISFE sugiere consultar a un terapeuta financiero si las diferencias persisten, ya que un mediador neutral puede ayudar a resolver conflictos arraigados.
Reconciliar hábitos financieros opuestos en pareja requiere compromiso, diálogo y planificación. En Ecuador, donde las finanzas son un desafío para muchos hogares, adoptar estas estrategias no solo mejora la economía familiar, sino que fortalece la relación, convirtiendo a las parejas en un equipo sólido frente a los retos económicos