Los waffles se han convertido en el platillo favorito de muchos, por su delicioso sabor y fácil preparación.
Además, se trata de una masa versátil, que puede convertirse en un plato de sal o de dulce, todo depende de sus acompañantes.
Origen histórico de los waffles
Los waffles tienen su origen en la Edad Media europea, específicamente en Bélgica, donde se cocinaban obleas de masa entre placas de hierro con patrones de rejilla.
El término “waffle” deriva del holandés wafel, registrado desde el siglo XV. Estas placas evolucionaron hasta las modernas wafleras eléctricas, popularizando el platillo globalmente.
Ya en el siglo XVIII, los waffles llegaron a América, donde se convirtieron en un desayuno clásico.
Ingredientes y preparación
Para preparar cuatro waffles medianos se necesitan: 2 tazas de harina, 2 huevos, 1.5 tazas de leche, 1/4 taza de azúcar, 1/4 taza de mantequilla derretida, 2 cucharaditas de polvo para hornear, 1 cucharadita de extracto de vainilla y una pizca de sal.
Para su preparación mezcla los ingredientes secos en un tazón, combina los líquidos en otro y une ambas mezclas hasta obtener una masa homogénea.
Luego, precalienta una waflera, vierte la masa y cocina por 3-5 minutos hasta que estén dorados y crujientes.
Técnicas para waffles perfectos
Usa una waflera antiadherente y evita abrirla antes de tiempo para garantizar la textura. La masa no debe ser ni muy líquida ni muy espesa.
Sirve los waffles inmediatamente para mantener su crocancia.
Acompañamientos ideales
Los waffles son versátiles y se complementan con diversos ingredientes. Los más populares incluyen:
- Miel de maple o miel de abeja: Aporta dulzura natural.
- Frutas frescas: Fresas, arándanos o plátanos en rodajas, ricos en vitaminas.
- Crema batida: Ligera y suave, ideal para postres.
- Helado de vainilla: Perfecto para un toque indulgente.
- Mantequilla y mermelada: Combinación clásica para desayunos.
- En Bélgica, los waffles se sirven con azúcar glas o chocolate derretido, mientras que en Estados Unidos es común combinarlos con pollo frito.
Consejos prácticos
Para un resultado óptimo, usa ingredientes a temperatura ambiente. Si prefieres waffles más ligeros, separa las claras de los huevos, bátelas a punto de nieve e incorpóralas a la masa.
Almacena los waffles sobrantes en el refrigerador por hasta 2 días o congélalos por un mes. Recalienta en un tostador para recuperar su textura.
Popularidad mundial de los waffles
Los waffles son un ícono gastronómico en países como Bélgica, donde se venden en puestos callejeros, y en Estados Unidos, donde son un clásico de los diners (cafeterías).
Su versatilidad los hace ideales para desayunos, postres o meriendas, adaptándose a gustos locales con acompañamientos variados.