Cada año Santo Domingo incrementa su población y su parque automotor es de 70 mil vehículos



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El regreso a clases evidenció uno de los principales problemas de la ciudad de Santo Domingo: la congestión vehicular.

A los 2.700 taxis que circulan en la urbe, entre ejecutivos y convencionales, a los 200 carros de servicio de carga liviana, a las 400 unidades de transporte urbano y a los más de 20 mil particulares se sumaron las 388 unidades de transporte escolar. Y todos estos confluyen en un mismo tiempo, en las llamadas horas pico.

A pesar de que empezó a funcionar el paso a desnivel en las avenidas Quito y Río Toachi, que el Municipio inauguró con bombos y platillos, esto no ha alivianado la carga del tráfico que hay en el centro, pues algunos cambios de sentido de calles, como el caso de la Cocaniguas, genera congestionamiento en el anillo vial Abraham Calazacón.

Además, según manifiestan los conductores, la construcción del paso deprimido en el sector de La Virgen, en la avenida Quevedo, genera caos a pocas cuadras de la Y del Indio Colorado.

Este es uno de los puntos más conflictivos a criterio de Marcelo Trujillo, quien es taxista y menciona que Santo Domingo es un cantón que se formó, en lo urbanístico, de manera desordenada. Y ahora se sufren las consecuencias.

El chofer cree que con el nuevo paso deprimido en La Virgen el tránsito se concentrará en el Indio Colorado, es decir, el problema se trasladaría solo a unas cuadras.

Otros de los sitios con mayor afluencia son el Círculo de los Continentes, el redondel de la Policía (en la zona de la terminal terrestre), La Chorrera, La Lorena y anillo vial, avenida 29 de Mayo.

Álex Gavilánez, encargado de la Dirección Técnica de Tránsito y Transporte, de la Empresa Pública Municipal de Tránsito (EPMT), manifestó que existe un alto incremento de carros y motos.

“Hemos estado matriculando 5 mil vehículos nuevos cada año, desde 2018, antes de eso eran 7 mil, por la pandemia redujo y ahora hay 5.500; es considerable el incremento del parque automotor nuevo”, precisó el funcionario.

El número de vehículos que se registra por el trámite de matriculación es 19 mil, tanto motos como carros; pero, a decir de Gavilánez “sabemos que ese no es el parque automotor de Santo Domingo, porque la mayoría van y hacen sus procesos en otros cantones”.

“De lo que estimamos por datos de los registros que tenemos en el SRI es alrededor de 70 mil vehículos que tenemos circulando en el cantón, considerando que es una ciudad de paso, muchos vienen de cantones aledaños a hacer sus actividades”, acotó.

“Somos una ciudad monocéntrica, tenemos que pensar en una ciudad policéntrica, donde haya varios centros”, dijo el experto al referirse al origen de la problemática.

La mayoría de instituciones públicas, entidades financieras, comercios pequeños, medianos y grandes se concentran en el centro de la capital tsáchila.

Se suman unidades educativas que tienen desde 900 hasta 2.000 estudiantes, “estos son los grandes generadores y atractores de viaje. Son 138 mil alumnos, esto representa el 25 por ciento de la población de Santo Domingo, ese es el incremento que se ve reflejado en las calles”, refirió.

Otro problema es la configuración vial, “no hay calles que conecten el norte con el sur, longitudinales transversales que crucen la ciudad, no hay alternativas”.

Para Denis Paúl Carrillo, ingeniero en Transporte y catedrático del Instituto Superior Tsáchila, el flujo vehicular que se presenta en las calles “ya es algo grande para el cantón”, y se debe al crecimiento poblacional y la tenencia de vehículo propio.

La estructura que tiene la urbe es un factor al congestionamiento, “esto se da porque al principio no hubo una planificación en la creación de las vías, sin embargo en la actualidad manejamos un PDOT (Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial) donde tenemos una reestructuración para el crecimiento de la ciudad, el centro está creado y no podemos hacer nada, pero hacia las afueras sí podemos expandirnos de alguna forma.

En los baipases hay que buscar vías alternas para la circulación del transporte pesado”, aporta.

Los dos expertos plantean soluciones.

“He oído (en Santo Domingo) del pico y placa para tener una movilidad más accesible y mejorar estos problemas, pero desde mi punto de vista no la veo tan accesible, tal vez es una solución temporal, pero no es buena, debido a que restringimos por un cierto límite, pero la gente tiende a comprar más vehículos para movilizarse, entonces tiende a crear más problemas en el futuro”, expone Carrillo.

Hay otras soluciones que son más radicales, señala, por ejemplo la descentralización de instituciones, que hace que ya la gente no vaya al centro.

También el cambio de dirección de vías, pasos a desniveles, intercambiadores, “pero todo toca hacerlo mediante un estudio.

Las vías se las cambia en función de la cantidad de vehículos y la dirección hacia donde toman; no es cuestión de decir cambio una vía y soluciono el tránsito, tengo que saber cuáles son las causales que van a ocurrir, tengo que hacer una reestructuración macroscópica”, apuntó.

Se puede manejar intersecciones semafóricas inteligentes. Además, cita motivar al transporte alternativo (bicicletas y motos eléctricas).

Desde la EPMT se ha analizado modificar los tiempos de las intersecciones semafóricas “por eso estamos simulando el tránsito para ver cómo evacuamos la cola de mejor manera y equilibramos”, acotó Gavilánez.

También explicó que se han abierto parterres, colocado nuevos semáforos, “pero el incremento del parque automotor es tan alto que sigue existiendo la congestión, es ahí que como Empresa debemos preguntarnos en cómo hacer una planificación global de Santo Domingo para ir desconcentrando las instituciones”.

Para el funcionario el pico y placa no es urgente, pero sí cree que en un par de años deba aplicarse “al menos dentro del anillo vial”.

La EPMT prevé cambiar de sentido la avenida Tsáchila, para conectar con la avenida Quito, también de la calle Río Pilatón.c