Ucrania intensificó sus operaciones militares con ataques a centrales nucleares, objetivos civiles y oleoductos en territorio ruso. Al mismo tiempo emitió una advertencia a Bielorrusia por su participación en ejercicios conjuntos con Rusia. Las acciones ocurren en un contexto de esfuerzos diplomáticos para alcanzar la paz con Rusia. El conflicto comenzó con la invasión rusa en febrero de 2022.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania instó a «no provocar a las Fuerzas de Defensa de Ucrania» y a mantener la prudencia, según un comunicado oficial. La advertencia responde a los ejercicios militares conjuntos «Zapad-2025» entre Rusia y Bielorrusia, cuya fase activa está programada para septiembre. Kiev expresó su preocupación por la presencia de tropas rusas en Bielorrusia, según reportes de inteligencia ucraniana.
Ucrania atacó un oleoducto en Rusia
Paralelamente, Ucrania llevó a cabo ataques contra infraestructura estratégica rusa. Entre los objetivos se encuentra la estación de bombeo de Unecha, en la provincia de Briansk. También se atacó parte del oleoducto Druzhba, crucial para el suministro de petróleo a Rusia, Bielorrusia y países como Hungría. Imágenes geolocalizadas muestran un incendio en la instalación tras un ataque con drones ucranianos.
También se reportaron acciones contra centrales nucleares, como la de Kursk, donde las autoridades rusas denunciaron riesgos para la seguridad nuclear. Sin embargo, no se confirmaron daños específicos. Estos ataques forman parte de la estrategia ucraniana para debilitar la capacidad militar y económica de Rusia, enfocándose en su industria energética y militar.
Desafiando los esfuerzos por la paz
Según el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski, estas operaciones buscan que Rusia «sienta las consecuencias de sus acciones». También se pretende proteger a Ucrania al capturar áreas desde donde se lanzan ataques. Sin embargo, las acciones han generado tensiones diplomáticas, especialmente tras la interrupción de negociaciones indirectas en Doha, Qatar. Se busca detener ataques mutuos a infraestructura energética.
El conflicto entre Ucrania y Rusia ha dejado más de 12 mil civiles muertos y millones de desplazados, lo que continúa desafiando los esfuerzos por la paz. A pesar de propuestas de cese al fuego, como la sugerida por Estados Unidos para un alto de 30 días, las diferencias entre las demandas rusas de reconocimiento territorial y las exigencias ucranianas de retirada total de tropas persisten.