El bienestar financiero en la vejez se ha convertido en un desafío global. Expertos en economía y seguridad social advierten que, después de los 60 años, mantener estabilidad depende de una adecuada planificación financiera. La combinación de ahorro temprano, inversión responsable y acceso a sistemas de protección social es clave para enfrentar una etapa con menores ingresos y mayores necesidades de salud.
Ahorro previsional, una base indispensable
Según la economista Ángeles Hernández, el 40% de las personas acceden a una pensión contributiva suficiente para cubrir sus gastos básicos tras la jubilación. Esto evidencia la importancia de comenzar a ahorrar para el retiro desde los primeros años laborales.
Por ello, Hernández recomienda destinar entre el 10% y el 15% de los ingresos mensuales a un fondo previsional. Este hábito, iniciado de forma temprana, permite acumular capital suficiente para mantener la calidad de vida después de los 60 años.
Fondos de inversión y planes privados
Además de los sistemas de pensiones estatales, los planes privados de retiro han ganado relevancia. Estas alternativas permiten diversificar el ahorro y generar rentabilidad a largo plazo. Instituciones financieras ofrecen productos como fondos de inversión, seguros de retiro y planes de capitalización, que se adaptan a distintos perfiles de riesgo.
Expertos en educación financiera destacan que la diversificación de activos —entre renta fija, variable y fondos internacionales— puede mitigar los efectos de la inflación y garantizar ingresos estables en la vejez.
Salud financiera y gastos médicos
El aumento de la esperanza de vida en la región, que supera los 75 años según la Organización Mundial de la Salud (OMS), implica mayores costos en servicios médicos. Se estima que una persona jubilada destina entre el 20% y 30% de sus ingresos a atención sanitaria, explica Hernández.
Para enfrentar este escenario, los especialistas sugieren contratar seguros médicos complementarios y prever un fondo específico para gastos de salud. De esta manera, se evita que emergencias médicas afecten la estabilidad económica durante la vejez.
Educación financiera y planificación temprana
La educación financiera se presenta como herramienta fundamental. En muchos países, los programas de formación sobre ahorro, inversión y jubilación aún son limitados. Sin embargo, diversas organizaciones promueven talleres y asesorías para que los ciudadanos aprendan a gestionar sus recursos desde edades tempranas.
El manejo responsable de deudas, la reducción de gastos innecesarios y el uso de billeteras digitales o aplicaciones de control de presupuesto contribuyen a fortalecer la cultura del ahorro, con un impacto positivo en el futuro económico de las personas mayores.
Estrategias para un retiro seguro
Los expertos en planificación recomiendan tres pasos esenciales para asegurar el bienestar económico en la vejez:
- Ahorrar de manera constante desde la juventud, incluso en montos pequeños.
- Invertir de forma diversificada, considerando la inflación y los plazos de retiro.
- Proteger la salud financiera, evitando deudas y destinando recursos a seguros médicos.
Adicionalmente, adoptar un estilo de vida equilibrado y proyectar un presupuesto realista para la jubilación facilita la construcción de un retiro seguro.
El bienestar financiero después de los 60 años depende de decisiones tomadas con anticipación. El ahorro temprano, la inversión planificada y el respaldo de políticas públicas adecuadas son pilares que garantizan una jubilación digna y estable. En un contexto de envejecimiento poblacional, la preparación financiera resulta más urgente que nunca para asegurar un futuro sostenible.