El gobierno de Javier Milei informó que la cifra de víctimas por la administración de fentanilo medicinal contaminado asciende a 100 fallecidos en hospitales de cinco jurisdicciones argentinas. El presidente responsabilizó públicamente al laboratorio HLB Pharma Group S.A., cuyo propietario es Ariel García Furfaro, señalado como responsable del lote adulterado. La confirmación ocurre a menos de un mes de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, lo que intensifica la dimensión política del caso.
Crisis sanitaria
La crisis sanitaria se originó en abril de 2025, cuando un brote de infecciones respiratorias graves en el Hospital Italiano de La Plata llevó a detectar bacterias multirresistentes en ampollas de fentanilo administradas a pacientes en terapia intensiva. Desde entonces, se han registrado denuncias por muertes sospechosas en hospitales de al menos cuatro provincias y la Ciudad de Buenos Aires.
Según el parte oficial difundido por la vocería presidencial, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) ya había prohibido en febrero de 2025 la actividad productiva de HLB Pharma tras inspecciones que detectaron “desvíos de calidad”. Sin embargo, los primeros fallecimientos vinculados a la droga adulterada se produjeron en mayo, lo que abrió fuertes cuestionamientos sobre la lentitud de la respuesta sanitaria.
Milei apunta contra la oposición
En un acto de campaña en La Plata, Milei acusó a sectores vinculados a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner de “encubrir” al dueño de HLB Pharma. “Tomemos por ejemplo el encubrimiento atroz de Ariel Furfaro, un eterno socio kirchnerista, por la causa del fentanilo”, afirmó el mandatario frente a unas 5.000 personas.
El presidente aprovechó el escenario electoral para vincular el caso con lo que denominó prácticas de impunidad en la provincia de Buenos Aires, gobernada por la oposición. La denuncia se enmarca en el inicio de la campaña hacia los comicios provinciales del 7 de septiembre, considerados un termómetro de cara a las legislativas nacionales de octubre, en las que Milei pondrá a prueba su popularidad tras dos años de ajuste fiscal.
Respuesta del laboratorio ante muertes por fentanilo
Ante las acusaciones, HLB Pharma Group emitió un comunicado en el que aseguró estar “a disposición de la justicia” y rechazó lo que calificó como un “escarnio mediático con fines políticos y económicos”.
La empresa argumentó que “una contaminación con más de una bacteria multirresistente en un mismo lote no es posible en el entorno de un laboratorio”, cuestionando las conclusiones difundidas por medios y autoridades. No obstante, tanto HLB Pharma como Laboratorios Ramallo S.A., vinculados a Furfaro, se encuentran inhabilitados para producir medicamentos hasta que se esclarezca el caso judicial.
Un problema global
El fentanilo, un opioide sintético entre 50 y 100 veces más potente que la morfina, es utilizado en medicina para tratamientos postoperatorios y oncológicos, pero también es objeto de abuso y desvío ilegal. La OMS lo considera una sustancia de alto riesgo si no se controla estrictamente su producción y administración.
En Estados Unidos, el fentanilo causa un grave problema de salud pública: en 2024 murieron más de 80.000 personas por sobredosis de opioides, de las cuales 48.422 se atribuyeron a esta droga. Aunque en Argentina el caso se centra en un lote medicinal contaminado, las autoridades advierten que la crisis se inscribe en un contexto global de expansión de opioides sintéticos.
Más de 100 muertes por fentanilo contaminado
La confirmación de 100 muertes por fentanilo contaminado en Argentina convierte este caso en uno de los mayores escándalos sanitarios de los últimos años. La imputación directa a HLB Pharma Group y a su propietario Ariel García Furfaro ha derivado en un proceso judicial en curso y en la clausura de las plantas de producción.
El hecho, que estalló a semanas de elecciones clave, refuerza la tensión entre el oficialismo y la oposición, mientras las familias de las víctimas reclaman justicia y mayor control sobre la producción farmacéutica. El desenlace de esta crisis marcará no solo la agenda sanitaria, sino también el clima político de cara a los próximos comicios.