Con más de dos décadas de trayectoria en la actuación, el actor quiteño Sebastián Moncayo ha vuelto a conquistar la atención del público latinoamericano gracias a su interpretación de Ernesto Figueras en la exitosa producción de HBO Max Chespirito: Sin querer queriendo. Esta serie, que se ha posicionado como una de las más vistas del año en la región, marca un nuevo capítulo en la vida profesional de un artista que, antes de brillar en los escenarios y las cámaras, tuvo una intensa y prometedora etapa como futbolista juvenil.
Aunque hoy su nombre está ligado al mundo de la televisión y el cine, Moncayo pasó buena parte de su infancia y adolescencia en las canchas quiteñas. “Jugué fútbol toda mi niñez y juventud, primero a nivel escolar”, recordó en una entrevista con Ecuavisa. Sus estudios en el Colegio Americano de Quito fueron el escenario donde comenzó a destacar como deportista, integrando el equipo que se coronó campeón intercolegial en la categoría intermedia hacia 1990. Entre sus compañeros estaban figuras como Pedro Salvador, Carlos Chiriboga, Andrés Moncayo y Andrés Rodríguez, varios de ellos futuros futbolistas profesionales.
Un talento que también dejó huella en Liga Deportiva Universitaria
La pasión y el talento de Moncayo lo llevaron a sumarse a las divisiones formativas de Liga Deportiva Universitaria en la categoría sub-16, bajo la dirección del profesor Gustavo Rueda. En ese equipo coincidió nuevamente con Andrés Moncayo y Andrés Rodríguez, quienes llegarían a debutar profesionalmente. “Pedro Salvador había llegado a la Católica y luego a Liga, cuando yo ya me fui a México”, relató.
Sin embargo, su paso por el club albo fue breve. A los 16 años, un giro radical en su vida lo llevó a mudarse a México. Allí intentó continuar con el fútbol a nivel escolar, pero se topó con una estructura distinta a la ecuatoriana y con obstáculos logísticos para integrarse a equipos profesionales. “Había chance de Pumas, Cruz Azul y América, pero las tres sedes estaban absurdamente lejos de mi casa. Asistí un poco a una filial de Pumas, pero pronto mis intereses cambiaron”, recordó.
Moncayo dejó el balón y pasó al set de grabación
Ese cambio de intereses fue el inicio de una carrera artística que no estaba en sus planes iniciales. Poco a poco, Sebastián Moncayo dejó atrás el fútbol competitivo para dedicarse de lleno a la actuación, un camino que lo llevaría a consolidar más de veinte años de experiencia en teatro, cine y televisión.
Su formación y perseverancia le han permitido participar en producciones tanto nacionales como internacionales, pero este 2025 su trabajo ha recibido un impulso especial gracias a Chespirito: Sin querer queriendo. En esta serie de HBO Max, Moncayo interpreta a Ernesto Figueras, un personaje clave en la historia, y su actuación ha sido elogiada por críticos y espectadores.
Un presente de proyección internacional
Con la serie entre las más vistas del año, Sebastián Moncayo vive un momento de alta visibilidad que podría abrirle nuevas puertas en el mercado internacional. Su historia, que comenzó en las canchas de Quito y hoy se desarrolla frente a millones de espectadores, es testimonio de cómo los giros inesperados pueden marcar el rumbo hacia pasiones y talentos que uno no siempre imagina.