El tenista español Carlos Alcaraz venció (6-4, 6-7(7), 7-5) a su compatriota Jaume Munar este jueves 19 de junio tras más de tres horas de partido para alcanzar la ronda de cuartos de final del torneo de Queen’s (Londres), cita ATP 500 que se disputa sobre hierba, encadenando por primera vez en su carrera 15 victorias seguidas.
Después de conquistar la tierra de Roma y, por segundo año consecutivo, la de Roland Garros en París, el español, de 22 años, tiene en mente otra cima de prestigio que ya saboreó en 2023. El campeón entonces en la hierba inglesa solventó su segundo compromiso de la semana ante un Munar que plantó cara de lo lindo.
Alcaraz y Manur, tres horas de tenis intenso
Tras más de tres horas de intercambio de alto nivel, el cinco veces campeón de ‘Grand Slam’ estableció su marca personal en cuanto a victorias seguidas (15) para citarse este viernes con el francés Arthur Rinderknech o el estadounidense Reilly Opelka. Alcaraz gozó de dos bolas de partido en el segundo set, pero tuvo que darle la vuelta a un 2-4 en el tercero para ganar de manera épica.
“Tres horas y media. ¿Estamos en tierra batida?”. Así firmó la cámara el número dos del mundo, que alargó su increíble registro en hierba (26-3) en su carrera, en su adaptación hacia un tercer Wimbledon seguido. El de Murcia se encontró desde el principio con un serio Munar. Aunque este cedió su saque en el tercer juego y con eso le bastó a su rival para ponerse por delante.
Sin embargo, el servicio de Munar subió entero, mientras bajó el de un Alcaraz que se aferró a la manga salvando nueve bolas de ‘break’, seis de ellas también de set. Munar aguantó muy fuerte pese a verlo tan cerca y salvó esas dos bolas de partido en el ‘tie-break’ para encontrar algo de premio a su gran actuación.
El tenis agresivo del balear aún le dio más y en el tercer set se puso por delante con autoridad, dando la vuelta a un ‘break’ del murciano para ponerse 2-4. Como hace diez días en París, Alcaraz mostró su capacidad de lucha una vez más para dar la vuelta al set y cerrar una agónica pero significativa victoria en Queen’s.