El escándalo que involucra a Paola Cabezas y Mónica Palencia se desató en la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, donde ambas funcionarias intercambiaron acusaciones. Este incidente ocurrió el lunes 30 de septiembre, durante el juicio político contra Palencia.
La ministra del Interior llegó sorpresivamente a la reunión convocada por Pamela Aguirre, presidenta de la comisión, generando un ambiente tenso. Al inicio, los asambleístas de RC expresaron su descontento por la ausencia de Palencia, quien había enviado a su equipo jurídico.
La situación se tornó tensa desde la primera sesión, de las dos convocadas para este lunes. “Entendía que la excepción de ausentarse era solo para el Presidente de la República“, afirmó Palencia, lo que provocó un cruce con Cabezas, quien cuestionó la falta de ética de la ministra.
En la segunda sesión surgió un nuevo conflicto al contemplar el testimonio de José Serrano, exministro José Serrano, el cual no estaba previsto. Leonardo Berrezueta solicitó su inclusión, lo que llevó a un enfrentamiento verbal entre él y Palencia. La ministra argumentó que no había referencia al documento enviado por Serrano, lo cual fue corroborado por Aguirre.
Paola Cabezas y Mónica Palencia discutieron
Justo cuando se iba a escuchar el testimonio del exministro, el oficialismo dejó sin quórum la sesión. Aguirre anunció que volvería a convocar a los comisionados para esa misma tarde. Los insultos y gritos entre los legisladores de Revolución Ciudadana y el oficialismo resonaron en el recinto.
Los incidentes no solo ocurrieron durante la sesión. Una vez suspendida, Paola Cabezas y Mónica Palencia se enfrentaron nuevamente. Cuando Palencia se retiraba, Cabezas dijo: “Van a tener que dejar entrar a las víctimas de esta señora así como trae barras”. La respuesta de Palencia fue contundente: “Yo no tengo víctimas. Cuidado con lo que hablas de mí”.
La situación resalta las tensiones políticas actuales y pone en evidencia el desafío que enfrentan Paola Cabezas y Mónica Palencia en un ambiente legislativo cada vez más conflictivo.