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Pese a que en comparación con el 2023 hay 1.256 crímenes menos, el 2024 se perfila como el segundo año más violento de la década.

Los 5.717 homicidios registrados entre el 1 de enero y el 10 de noviembre superan el total de los reportados en el 2022, representan más del doble de lo contabilizado en el 2021. Por lejos, están por encima de las cifras contabilizadas en los años anteriores desde el 2014.

No obstante, estas 1.256 muertes violentas menos, que representan un 18 % de reducción en comparación con el 2023, el año más violento en la historia de Ecuador, fueron anunciadas como un avance en la lucha contra el crimen organizado, durante la rueda de prensa ofrecida esta semana por el Bloque de Seguridad.

El viceministro de Interior, Lyonel Calderón, resaltó las acciones tomadas por el bloque, conformado por la Policía Nacional y Fuerzas Armadas.

El despliegue de uniformados en cárceles y en provincias con alto índice de violencia como Guayas, Manabí y Los Ríos, ha permitido identificar y contener el desplazamiento de las organizaciones delictivas, señaló.

Además, en la presentación del informe, se destacó el decomiso de drogas. Esto ya suma 250 toneladas, representando un 32,5 % más que el año pasado.

Menos crímenes, solo en cifras

Sin embargo, para los ciudadanos las estadísticas quedan sólo en papel, pues señalan que en las calles la delincuencia y la violencia no dan tregua.

En Manta, cantón que junto a Portoviejo acumula la mayor cantidad de crímenes en Manabí, sigue siendo escenario de masacres. Mientras el Gobierno asegura una reducción superior al 20 % entre junio y noviembre.

La más reciente, que se convirtió en la octava de este año en la provincia, ocurrió el 6 de noviembre en el barrio El Porvenir. Allí siete personas fueron asesinadas a tiros mientras festejaban un cumpleaños.

Este nivel de violencia es evidente no sólo en ataques a casas o en espacios públicos, pues, aún las áreas bajo control militar como las prisiones, siguen siendo escenario de baños de sangre.

Prueba de ello fue la masacre registrada en la Penitenciaría del Litoral la madrugada del martes que dejó 17 muertos y 15 heridos.

El hecho ocurrió un día después del anuncio del Gobierno de la reducción de homicidios.

Altos niveles de violencia

Mario Pazmiño, experto en seguridad y consultor internacional para América Latina, señala que con este escenario lo que se avizora es un incremento de los niveles de violencia e inseguridad para los últimos meses del año.

“Con relación a las estadísticas que marcaba el 2023, hay que reconocer que el Gobierno ha tenido un éxito relativo con la reducción de muertes violentas. No así con secuestros, extorsiones, vacunas, minería ilegal, narcotráfico, que han incrementado (…) eso indica que el 2024 va a terminar con cifras bastante alarmantes para el país, casi similares a las de 2023”, dice Pazmiño.

Para el experto, la estrategia del Gobierno de ingresar por horas a los lugares controlados por las organizaciones delictivas, no es la adecuada.

Indica que esto es lo que desencadena las matanzas, como las cuatro de este año en Manta.

“Esto lo que provoca es que los grupos retornen con fuerza, porque dentro de los principios de una gobernanza criminal está retomar el control a sangre y fuego”, agrega.

Entre el 1 de enero y el 10 de noviembre la provincia acumula 736 muertes violentas, 80 menos que el mismo periodo del año anterior.

Así, el promedio diario de homicidios pasó de 2,6 a 2,3. Los distritos Manta y Portoviejo concentran más del 70 % de los homicidios en Manabí.