En esta temporada, donde la temperatura suele bajar en las noches junto con vientos fríos, tanto nuestras mascotas como nosotros podemos vernos afectados. Los perros, especialmente los de razas pequeñas, pelo corto o con condiciones de salud, son vulnerables al frío nocturno. Según un artículo de LA NACION, los expertos recomiendan ajustar las rutinas y espacios de descanso para garantizar el bienestar de los canes durante las noches frías. Desde camas cálidas hasta suéteres, aquí te contamos cómo proteger a tu compañero peludo.
Un refugio cálido para las noches
El lugar donde duerme tu perro es crucial para su salud en invierno. Los especialistas, citados por LA NACION, sugieren que los perros duerman dentro del hogar en un espacio protegido, lejos de corrientes de aire y suelos fríos. Si tu perro suele dormir en el jardín, considera trasladar su cama al interior, al menos durante los meses más fríos. “Un ambiente cálido y seguro es ideal para su descanso”, señala el artículo.
Para aquellos que no puedan mover la cama al interior, una casita bien aislada, elevada del suelo y con mantas, es una alternativa.
Señales de que tu perro tiene frío
Reconocer si tu perro siente frío es clave. Según ExpertoAnimal, citado por LA NACION, los temblores son la señal más evidente, una reacción natural para generar calor. Otros síntomas incluyen:
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Respiración lenta o irregular.
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Letargo o menor actividad.
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Rigidez en movimientos, especialmente en perros mayores con artritis.
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Búsqueda de calor, como acurrucarse cerca de radiadores o bajo mantas.
Estas señales, combinadas con un ambiente frío, indican que tu perro necesita más protección.
Consejos prácticos para cuidar a tu perro
Los expertos ofrecen recomendaciones prácticas para mantener a tu perro abrigado:
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Ubicación estratégica de la cama: Colócala lejos de ventanas, puertas o suelos fríos. Una cama elevada con materiales aislantes, como espuma o mantas gruesas, ayuda a conservar el calor.
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Ropa de abrigo: Para razas pequeñas, de pelo corto o sin pelo, un suéter o campera es ideal.
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Cuidado del pelaje: Cepillar regularmente el pelo elimina suciedad y estimula la circulación, ayudando a mantener el calor corporal.
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Mantas extra: Una manta térmica o una alfombra calentita puede marcar la diferencia. LA NACION destaca que los perros suelen taparse solos si se les deja una manta cerca.
La veterinaria Leila Peluso López (M.P. 14072) enfatizó: “Los perros de pelo corto, como los galgos, sufren mucho el frío. Un espacio abrigado y ropa adecuada son esenciales”.
Riesgos del frío para la salud
El frío no solo causa incomodidad, sino que puede agravar o desencadenar problemas de salud. Según LA NACION, los perros están expuestos a:
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Enfermedades respiratorias, como traqueobronquitis o bronquitis, con síntomas como tos y secreción nasal.
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Dolores articulares, especialmente en perros mayores con osteoartritis.
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Enfermedades de la piel, como dermatitis o sequedad, más comunes en razas sin pelo.
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Hipotermia, un riesgo grave en perros pequeños o expuestos al frío prolongado.
Ámbito (web:21) añade que síntomas como desgano, piel reseca o aumento del tiempo de sueño son alertas. Si tu perro muestra estos signos, una visita al veterinario es crucial.
Razas más vulnerables y cuidados extras
No todos los perros sienten el frío igual. LA NACION (web:16) destaca que razas como chihuahuas, pinschers, galgos, y perros sin pelo como el crestado chino son más sensibles debido a su menor capacidad para conservar calor. Los cachorros, perros mayores o aquellos con condiciones como diabetes o enfermedad cardíaca también requieren atención extra, según la AVMA (web:11).
Para estos casos, Infobae (web:6) sugiere:
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Evitar paseos en horas frías (temprano en la mañana o tarde en la noche).
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Proteger las almohadillas con bálsamo o botas para evitar quemaduras por suelos helados.
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Aumentar calorías en la dieta, consultando al veterinario, para mantener la energía.