La obra de asfaltado en la calle Tomás Larrea, ubicada en la parroquia Picoazá de Portoviejo, se encuentra paralizada desde hace tres semanas, según denunciaron los moradores. La causa sería la falta de desembolso de planillas por parte del Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE), entidad que financia este proyecto vial iniciado en noviembre de 2024 y cuya entrega se estimaba en un plazo de 90 días.
Vecinos afectados por las condiciones insalubres
Más de 40 familias viven a diario entre polvo, lodo y malos olores producto de los trabajos inconclusos que afectan directamente su entorno. Según los habitantes, la obra no supera el 40% de avance pese a que ya ha transcurrido el tiempo contemplado para su ejecución.
Carlos Gines, presidente del colectivo “Por Picoazá”, manifestó que al inicio hubo entusiasmo por la rapidez con la que se ejecutaban los trabajos, pero esto cambió semanas antes de carnaval.
“Cuando se iniciaron los trabajos, lo hicieron a toda velocidad. Estábamos satisfechos, pero suspendieron la obra 15 días antes del carnaval. Luego recibieron una alícuota de 7 mil dólares, y ahora llevamos tres semanas sin ver movimiento”, expresó Gines.
La paralización ha derivado en graves molestias para los residentes, quienes afirman que deben permanecer con sus viviendas cerradas todo el día para evitar los efectos del polvo y los malos olores.
Negocios afectados y veredas mal construidas en la calle Tomás Larrea
Melida Saltos, moradora del sector, señala que la situación es insostenible. Indica que el polvo entra a sus casas y que la calidad de la obra deja mucho que desear.
«Mejor la hubieran dejado como estaba. Las veredas están mal hechas, los trabajadores no tienen ánimo y aquí hay negocios que ya no venden. El restaurante, por ejemplo, ha perdido clientela porque nadie quiere venir con ese olor horrible», expresó Saltos.
Además del impacto social, la economía local también ha recibido un golpe directo, con comercios que han tenido que reducir horarios o incluso cerrar momentáneamente debido a la inaccesibilidad y las malas condiciones del entorno.
Vecinos de la calle Tomás Larrea, en Picoazá, anuncian plantón por obra paralizada
El Municipio reconoce el problema de la calle Tomás Larrea y señala al BDE
El alcalde de Portoviejo, Javier Pincay, reconoció la paralización parcial de los trabajos y explicó que se debe a la demora en el desembolso por parte del Banco de Desarrollo del Ecuador, entidad que financia la obra por más de 300 mil dólares.
“Sí, está un poco paralizada la obra porque el BDE no ha enviado el valor de las planillas. Estamos gestionando para que esta semana llegue ese valor y se retomen los trabajos con fuerza. No está abandonada, pero falta impulso del contratista por la falta de pago”, detalló Pincay.
La obra fue contratada con un plazo de ejecución de 90 días, pero a más de cinco meses de iniciada, sigue sin avances significativos. El municipio asegura estar presionando para que los fondos sean transferidos lo más pronto posible.
Aguas servidas y tuberías clandestinas agravan la situación en la calle Tomás Larrea
A la paralización se suma la acumulación de aguas servidas sobre la calzada, lo que incrementa los malos olores y representa un foco de contaminación sanitaria para los habitantes del sector.
Carlos Gines explicó que el problema se origina en una tubería clandestina rota, que no forma parte del sistema formal de alcantarillado pero que ahora afecta a toda la zona intervenida.
«Todo lo que han hecho en el sistema sanitario formal está bien. El problema viene de una tubería clandestina que se rompió, y por eso hay ese malestar en la calle», señaló el dirigente barrial.
El mal manejo de las aguas residuales y la presencia de una infraestructura informal deteriorada agudizan los riesgos de enfermedades respiratorias y gastrointestinales, especialmente en niños y personas mayores.
Conclusiones y exigencias vecinales
Los moradores de la calle Tomás Larrea reclaman celeridad, transparencia y fiscalización. La paralización no solo representa una incomodidad, sino que afecta la salud pública, la economía local y la confianza ciudadana en las autoridades.
Mientras tanto, esperan que el Banco de Desarrollo del Ecuador y el Municipio de Portoviejo actúen con responsabilidad y concluyan una obra que prometía mejorar la calidad de vida de un sector históricamente olvidado.