Un ambiente de malestar y preocupación se vive en la calle Tomás Larrea, en la parroquia urbana Picoazá, donde los habitantes reclaman la culminación de los trabajos de reconstrucción. La obra comenzó con entusiasmo a finales de noviembre de 2024 y debía culminar en marzo. En ese entonces, con la presencia del alcalde Javier Pincay, se informó sobre una inversión de 300 mil dólares en esta zona, con la que se preveía beneficiar a cientos de familias y optimizar la conectividad en la parroquia.
Sin embargo, según denuncias de los habitantes, las paralizaciones de los trabajos se intensificaron desde febrero pasado. El retraso es tal que, hasta la fecha, solo se ha avanzado en la colocación de alcantarillas, tuberías de agua potable y parte de la construcción de los bordillos.
Mariana Viteri, habitante del sector, cuenta que lo que más le preocupa es que algunos tramos de la calle se han convertido en grandes charcos de agua de lluvia, lo que propicia la proliferación de insectos y enfermedades. “Hay demasiados mosquitos, esto es insoportable. La obra debió entregarse el mes pasado y mire cómo estamos”, acotó la moradora.
A pocos metros de su casa vive María Saltos, quien debió colocar tablones de madera al pie de la puerta de su vivienda para cubrir un hueco dejado para la colocación de tuberías. “Varias personas han sufrido accidentes porque los huecos son muy grandes; no se puede ni caminar. Si no tenían dinero para hacer la obra, hubieran dejado la calle como estaba”, criticó la vecina.
Moradores alistan un plantón en Picoazá
Carlos Gines, presidente del Colectivo Ciudadano por Picoazá, recordó que ya se ha solicitado una audiencia con el alcalde Javier Pincay para exponer el problema y pedir soluciones, pero no han recibido respuesta. Ante esta situación, el dirigente detalló que se reunirá con varios vecinos para organizar un plantón y exigir soluciones. “Es lo único que nos queda para ser escuchados. No podemos seguir así”, indicó el morador.
Hace un mes, el alcalde Javier Pincay explicó que la causa de los retrasos era la falta de recursos. “Hay una justificación: el Banco de Desarrollo no ha enviado los recursos. Yo seguiré gestionando; espero que en la próxima semana empiecen a llegar los fondos para que la obra se reactive”, indicó en aquel entonces.
La obra incluye la construcción de una vía de 330 metros de longitud con aceras, bordillos y carpeta asfáltica de alta calidad. Además de la instalación de luces LED, un sistema hidrosanitario, riego, un sistema eléctrico moderno y señalización vial. También se anunciaron trabajos de jardinería, así como medidas de seguridad y ambientales durante la ejecución.