A Darwin P., un hombre con un extenso historial delictivo, lo detuvieron en el barrio 30 de Agosto de Manta. Esto tras realizar disparos al aire y ser encontrado con más de tres kilos de marihuana, según informó la Policía.
La tarde del domingo, un reporte ciudadano alertó a la Policía sobre un individuo que realizaba disparos al aire en el barrio 30 de Agosto, cercano a Urbirríos Uno, en Manta. Los agentes se desplazaron al lugar para verificar la denuncia. Al llegar, observaron a un hombre que coincidía con las características descritas por los vecinos. Al notar la presencia policial, el sospechoso, identificado como Darwin P., intentó huir y se refugió en una vivienda cercana.
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Los agentes procedieron a allanar la casa. Dentro del inmueble, encontraron cuatro paquetes en forma de ladrillo que contenían más de tres kilos de marihuana. La captura de Darwin P. no solo puso fin a un incidente que alarmó a la comunidad al hacer disparos al aire, sino que también sacó de circulación a un individuo con un historial delictivo que abarca más de una década.
Un pasado marcado por la violencia
Jaime Salgado, jefe policial del distrito que comprende Manta, Montecristi y Jaramijó, confirmó que el detenido tiene un largo recorrido en actividades criminales. En 2012, a Darwin P., lo arrestaron por asalto y robo con arma de fuego. Tres años después, en 2015, enfrentó cargos por el asesinato de Edison Xavier Bailón Chávez, a quien mataron con un corte en el cuello, dijo Salgado.
El historial delictivo no termina ahí. En 2018, las autoridades lo detuvieron por delincuencia organizada, sugiriendo su vinculación con redes criminales. En 2022, Darwin P., lo capturaron dos veces: primero por conducir un vehículo robado y, más tarde ese mismo año, por robo de carro mediante asalto. Este último arresto por disparos al aire y posesión de drogas agrega un nuevo capítulo a su largo expediente delictivo.
Tras su detención, Darwin P. enfrenta cargos por posesión de drogas, un delito que, bajo el Código Orgánico Integral Penal (COIP) de Ecuador, puede acarrear una pena de entre 3 y 5 años de prisión si se demuestra intención de distribución. Además, los disparos al aire podrían sumarle una acusación por tenencia ilegal de arma de fuego, aunque esto dependerá de las pruebas recolectadas.
El detenido también podría ser investigado por posibles nexos con organizaciones delictivas más amplias, dado su historial, dijo la Policía.