Un equipo liderado por científicos de la Universidad de Seúl, Corea del Sur, desarrolló un robot blando de nueva generación basado en líquidos, al estilo del famoso T-1000 de la película Terminator 2.
Este innovador robot puede atravesar barras metálicas, capturar y transportar sustancias extrañas y fusionarse con otros robots líquidos. Además, puede moverse libremente tanto en superficies de agua como de tierra firme.
El proyecto fue desarrollado por un equipo de investigación conjunto, dirigido por el profesor Ho-Young Kim, del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Seúl; el profesor Jeong-Yun Sun, del Departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales; y el profesor Keunhwan Park, del Departamento de Ingeniería Mecánica, Inteligente e Industrial de la Universidad de Gachon.
Según informaron, las células biológicas poseen la capacidad de deformarse, dividirse libremente, fusionarse y capturar sustancias extrañas. Desde hace tiempo, se han dedicado esfuerzos de investigación a replicar estas capacidades únicas en sistemas artificiales. Sin embargo, los robots tradicionales basados en sólidos han enfrentado limitaciones para imitar eficazmente la flexibilidad y funcionalidad de las células vivas.
Para superar estos desafíos, el equipo de investigación desarrolló con éxito un robot líquido blindado, recubierto de partículas hidrofóbicas (repelentes al agua) inusualmente densas.
Según sus desarrolladores, este robot blando se beneficia tanto de la excepcional deformabilidad de los líquidos como de la estabilidad estructural de los sólidos. Como resultado, puede soportar compresión extrema o caídas de alto impacto, recuperando su forma original como una gota sin romperse.
Robot que emula al T-1000 de Terminator 2 puede atravesar barras metálicas
Similar al robot líquido T-1000 de la película Terminator 2 de 1991, este robot puede atravesar barras metálicas, capturar y transportar sustancias extrañas y fusionarse con otros robots líquidos. Además, puede moverse libremente tanto en superficies de agua como de tierra firme.
El equipo de investigación demostró experimentalmente que el robot líquido podía realizar estas tareas de forma continua. Además, desarrolló una técnica para controlar su movimiento a la velocidad deseada mediante ultrasonidos.
Se espera que el robot líquido se utilice en aplicaciones biomédicas y de robótica blanda, como la administración dirigida de fármacos e intervenciones terapéuticas.
Además, gracias a su capacidad para atravesar espacios extremadamente estrechos, podría desplegarse en grandes cantidades dentro de maquinaria compleja, entre obstáculos en terrenos accidentados y en zonas de desastre para realizar operaciones de exploración, limpieza, eliminación de obstáculos con productos químicos y suministro de nutrientes.
Hyobin Jeon, autor del artículo, declaró: “Cuando comenzamos a desarrollar el robot líquido, inicialmente consideramos encapsular una gota esférica con partículas. Sin embargo, al cambiar nuestra perspectiva, se nos ocurrió la idea de recubrir un cubo de hielo con partículas y luego fundirlo, lo que mejoró significativamente la estabilidad de nuestros robots”.
El profesor Ho-Young Kim, autor correspondiente, comentó: “Basándonos en nuestros hallazgos actuales, ahora estamos trabajando en tecnologías que permitirán que el robot líquido cambie de forma libremente mediante ondas sonoras o campos eléctricos”.