No solamente los organismos de salud tienen competencia en la lucha contra el repunte de casos de dengue, sino también la ciudadanía, pues sobre ella es que recae la mayor parte del control de vectores.

El dengue se transmite por la picadura de mosquitos infectados de la especie Aedes aegypti. Este mismo insecto es el responsable del contagio de otras enfermedades, como el zika y el chikungunya que, según las autoridades sanitarias, ya parecen haberse erradicado de Manabí.

Se ha dicho en infinidad de campañas que, si bien los organismos de salud pueden promover la fumigación en los sectores más afectados, los ciudadanos deben poner de su parte en la erradicación de los criaderos de mosquitos. Incluso una simple tapa de botella, sobre la que caiga un poco de agua de lluvia, puede alojar a centenares de larvas

“Ciudadanos deben poner de su parte en la erradicación de los criaderos de mosquitos”.

Mientras los ciudadanos no hagan conciencia de la necesidad de mantener a los mosquitos fuera de su entorno, de poco servirán las campañas públicas.

Eso sí, el Estado debe estar presto a fumigar las zonas más amagadas por los insectos, a abatizar los reservorios de agua y a aislar a sospechosos de la enfermedad. Así se podrá hacer frente al dengue, cuyos síntomas podrían derivar hasta en la muerte.

Editorial de El Diario publicado este sábado 7 de mayo del 2022 en nuestra edición impresa.