En el mercado La Alborada, ubicado a un costado de la avenida Los Colonos y calles José Guadalupe Posada y César Augusto Villacrés, trabajan 140 comerciantes que dejaron de recorrer las calles de Santo Domingo para trabajar más cómodos y tranquilos.
Gloria Parrales vive en la cooperativa Che Guevara y todos los días llega a su puesto de venta de balanceado, a pocos metros del ingreso. Ella dice que antes de la pandemia recorría las calles céntricas vendiendo legumbres con la ayuda de un triciclo.
Gloria asegura que eso le representaba un poco más de ganancia, pero que a pesar de las pocas ventas que ha tenido estas últimas semanas, le agrada tener un espacio dentro del centro de abasto donde puede laborar más tranquila.
La mujer tuvo que cambiar de productos, pero su fuerza para trabajar es la misma, manifiesta.
Leonor Rodríguez es parte de las mujeres emprendedoras que trabaja en el centro de comercio, de domingo a domingo y desde muy temprano llega a atender en su tienda donde vende productos de primera necesidad.
Asegura que todos los comerciantes hacen un enorme esfuerzo por abrir sus locales todos lo días, así a veces no se venda nada.