La legisladora Valentina Centeno (ADN) retomó hoy, 19 de septiembre de 2025, su curul en la Asamblea Nacional de Ecuador tras solicitar, el 25 de agosto, una licencia sin sueldo por un año para realizar estudios de posgrado en el extranjero. La autorización fue concedida por el Consejo de Administración Legislativa (CAL) según el artículo 114 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa.
Regreso a la Asamblea
Centeno se ausentó casi un mes desde que inició su licencia para cumplir con un programa académico en el exterior. Durante su ausencia, la primera vicepresidenta del Legislativo, Mishel Mancheno, asumió la coordinación del bloque de Acción Democrática Nacional (ADN).
Mancheno confirmó esta mañana que continuará en esa función mientras Centeno retoma su curul, asegurando la continuidad de la gestión legislativa y la representación del movimiento oficialista.
Extraoficialmente se indicó que Mancheno permanecería al frente del bloque hasta marzo de 2026, fecha en que Centeno podría retomar la jefatura si así lo decide.
Contexto de la licencia
El 25 de agosto de 2025, Centeno solicitó la licencia sin sueldo por un año, conforme al artículo 114 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, que permite a los asambleístas ausentarse por motivos académicos o personales con autorización del CAL.
Durante su ausencia, la Asamblea continuó con la agenda legislativa del periodo iniciado el 14 de mayo de 2025, con proyectos prioritarios en debate y gestión de políticas públicas.
El regreso de Centeno coincide con el cierre de varios proyectos pendientes y la reorganización de las funciones internas del bloque de ADN, lo que permitirá reforzar la participación de la bancada en el pleno y en comisiones especializadas.
Impacto en la bancada de ADN
La continuidad de Mancheno al frente del bloque asegura estabilidad política en un momento clave del periodo legislativo. La legisladora ha coordinado la agenda y los acuerdos internos, manteniendo el liderazgo del movimiento oficialista en la Asamblea.
El retorno de Centeno genera expectativas sobre su participación activa en debates y votaciones, así como en la definición de estrategias legislativas de ADN para lo que resta del periodo parlamentario.
El escenario evidencia cómo las licencias académicas pueden combinarse con la gestión política, sin afectar la representación de los electores en la Asamblea Nacional.