El jueves 18 de septiembre, alrededor de las 16h00, dos hombres armados ingresaron a una vivienda en el sector El Pital 2, parroquia San Camilo, en Quevedo, y asesinaron a tiros a Junior Enrique Yépez, de 33 años, presuntamente como parte de una serie de ataques violentos registrados en la ciudad.
Sicarios dentro de la vivienda
Según el testimonio de la esposa de la víctima, los atacantes entraron al domicilio mientras ella arreglaba el dormitorio. En cuestión de segundos, se dirigieron hacia la sala y dispararon contra Yépez, quien descansaba en un sillón.
Tras la ejecución, los criminales huyeron en una motocicleta a gran velocidad. Hasta el momento, no han sido identificados ni capturados. La escena dejó atemorizados a los vecinos, quienes prefirieron no dar declaraciones por miedo a represalias.
Agentes policiales confirmaron que el fallecido registraba antecedentes por robo y tráfico de drogas, lo que podría estar relacionado con la violencia criminal que afecta a Quevedo en los últimos meses.
Posible vínculo con otro asesinato
El crimen ocurre pocas horas después de un ataque armado en el que resultaron asesinados Marco Antonio Solórzano Ruiz, de 35 años, y su hijo adolescente, Marcos Alveiro Solórzano Lino, de 14. Ambos fueron acribillados dentro de su vivienda durante la madrugada del mismo jueves.
De acuerdo con el reporte policial, un grupo de al menos diez hombres armados irrumpió en esa casa. Tras revisar cada habitación, dispararon con fusiles calibre 5.56 y pistolas 9 milímetros hasta acabar con la vida de padre e hijo.
La Policía investiga si el asesinato de Yépez guarda relación con esta masacre, pues tanto él como Solórzano Ruiz tenían antecedentes por robo y tráfico de drogas. Los agentes no descartan que se trate de retaliaciones entre bandas delictivas que operan en la zona.
Quevedo bajo presión criminal
Los cuerpos de las tres víctimas fueron trasladados a la morgue de Quevedo, donde sus familiares retiraron los restos en medio del dolor y la incertidumbre. En el barrio, la población evita hablar por temor a convertirse en blanco de amenazas.
La violencia en Quevedo ha aumentado en los últimos dos años. La Policía Nacional reforzó los patrullajes en sectores conflictivos de la ciudad (31).