Estudios científicos recientes indican que el taichí produce beneficios reales en la salud física y mental, entre ellos la reducción de presión arterial, mejora del equilibrio y disminución del estrés y la ansiedad. Estas conclusiones provienen de revisiones sistemáticas, ensayos clínicos y literatura revisada hasta diciembre de 2024.
Qué es el taichí y cómo se practica
El taichí (también escrito tai chi) es una práctica tradicional china que combina movimientos lentos, respiración profunda y atención consciente.
Se caracteriza por ser un ejercicio de bajo impacto, accesible a personas de distintas edades y condiciones físicas, que puede realizarse en espacios abiertos o cerrados, individual o colectivamente.
La práctica habitual incluye rutinas de movimientos suaves que enlazan una postura con otra, control respiratorio y concentración mental, lo que permite trabajar tanto el cuerpo como la mente de forma integral.
Beneficios cardiovasculares y físicos
Estudios recientes muestran que el taichí contribuye a reducir la presión arterial en personas con hipertensión o prehipertensión.
También mejora la función cardiovascular general, favoreciendo la frecuencia cardíaca, la circulación y el acondicionamiento cardiopulmonar.
Otra ventaja relevante es la mejora del equilibrio y la movilidad, lo que ayuda a prevenir caídas, especialmente en adultos mayores.
Beneficios mentales y calidad de vida
Estudios indican que el taichí reduce niveles de ansiedad, estrés y depresión, al combinar respiración consciente con meditación en movimiento.
Se ha observado mejora en la calidad del sueño: los practicantes reportan dormir más profundo, menos despertares nocturnos y menor latencia al dormirse.
Además, al practicar taichí se estimulan funciones cognitivas como la atención, memoria, coordinación y estado de ánimo.
Aplicaciones en condiciones crónicas
La revisión sistemática publicada en Salud & Ciencias Médicas encontró beneficios del taichí en personas con artritis, diabetes tipo 2, movilidad reducida y dolor crónico.
También se ha visto efecto positivo en la mejora de la función pulmonar en enfermedades obstructivas respiratorias, comparado con no hacer actividad física. Otro estudio menciona que el taichí puede frenar la pérdida ósea, lo que favorece especialmente a mujeres postmenopáusicas.
Recomendaciones para quienes desean empezar
Para obtener resultados visibles, se sugiere practicar taichí dos o tres veces por semana durante al menos seis meses. Es importante comenzar con rutinas adaptadas al nivel de condición física, idealmente guiadas por un instructor con experiencia.
Las personas con condiciones médicas previas (problemas cardíacos, movilidad reducida, respiratorios, etc.) deben consultar a un médico antes de iniciar la práctica.
Contexto global y aceptación científica
El taichí ha sido evaluado en numerosas revisiones sistemáticas, ensayos clínicos controlados y estudios observacionales.
Organizaciones de salud reconocen el valor del taichí como complemento de estilos de vida saludables, especialmente para adultos mayores, para mejorar la movilidad, controlar enfermedades crónicas y mantener bienestar psicológico.
Aunque aún hay áreas que requieren más investigación (duración ideal, efectos a largo plazo, comparaciones entre estilos de taichí), la evidencia disponible respalda su integración en programas de salud pública.