La ansiedad por separación es uno de los trastornos de comportamiento más comunes en perros y gatos que conviven en entornos urbanos. Se caracteriza por una respuesta de estrés cuando la mascota queda sola en casa, manifestándose con conductas destructivas, vocalizaciones excesivas o alteraciones digestivas. Aunque muchos dueños lo atribuyen a “mal comportamiento”, se trata de un problema real que afecta la calidad de vida de los animales y puede derivar en complicaciones físicas y emocionales si no se atiende a tiempo.
Un problema más frecuente de lo que parece
Estudios recientes señalan que aproximadamente 25 % de los perros urbanos presentan signos de ansiedad por separación. En los gatos, el porcentaje es menor, pero los síntomas suelen ser más sutiles: maullidos persistentes, marcaje con orina o cambios en la rutina alimentaria. La pandemia aumentó la incidencia de este trastorno, ya que las mascotas se acostumbraron a la presencia constante de sus dueños, lo que generó un desequilibrio al volver a la rutina habitual.
Señales de alerta
Detectar la ansiedad por separación a tiempo es fundamental. Entre las conductas más frecuentes se encuentran:
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Ladridos o maullidos continuos apenas el dueño sale.
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Conductas destructivas, como morder muebles, zapatos o cortinas.
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Intentos de escape, arañazos en puertas y ventanas.
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Cambios en el apetito, vómitos o diarreas recurrentes.
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Dependencia excesiva, buscando constantemente la atención del dueño.
Estos signos indican que la mascota no se siente segura y necesita estrategias de adaptación para reducir su estrés.
Consecuencias para la salud
El estrés crónico asociado a la ansiedad por separación puede afectar órganos vitales y debilitar el sistema inmunológico. Las mascotas estresadas presentan mayor riesgo de enfermedades digestivas, pérdida de peso y trastornos dermatológicos por lamido excesivo. Además, el malestar emocional prolongado puede llevar a cambios en la personalidad, disminuyendo la sociabilidad y la interacción con su familia.
Estrategias de prevención y manejo
Existen múltiples herramientas para ayudar a la mascota a afrontar la soledad de manera saludable:
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Acostumbrarla gradualmente a la ausencia del dueño, aumentando el tiempo solo progresivamente.
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Proporcionar juguetes interactivos y dispensadores de alimento, que estimulen la mente y distraigan al animal.
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Evitar despedidas largas o emotivas, que refuercen la sensación de abandono.
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Mantener rutinas de ejercicio y estimulación mental diaria, esenciales para reducir la ansiedad.
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Consultar con un veterinario en casos severos, quien puede indicar feromonas, suplementos o medicación ansiolítica, según la necesidad del animal.
Un compromiso de dueños de mascotas
Reconocer y atender la ansiedad por separación es un acto de responsabilidad y cuidado. Intervenir a tiempo no solo mejora la salud y bienestar de la mascota, sino que fortalece el vínculo con la familia y previene problemas a largo plazo. La clave es la paciencia, la constancia y la orientación profesional.
Tips para dueños de mascotas con ansiedad por separación
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Salidas cortas y frecuentes para que el animal se acostumbre a la ausencia.
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Establecer un espacio cómodo y seguro donde la mascota pueda permanecer sola.
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Dejar sonidos ambientales o música suave para reducir el estrés.
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Evitar recompensar comportamientos ansiosos al regresar a casa.
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Supervisar cambios en comportamiento y salud, y consultar al veterinario ante signos graves.