Este domingo 17 de agosto, Bolivia podría cerrar una era política que comenzó hace casi dos décadas. Por primera vez desde 2005, el Movimiento al Socialismo (MAS) no lidera las encuestas. El MAS enfrenta un escenario de derrota.
La caída de su popularidad se combina con un factor inesperado: el voto joven. Este sector se muestra crítico y desencantado, que apunta a romper la hegemonía de izquierda en el país.
Bolivia va a las urnas este domingo
El país elegirá presidente, vicepresidente, 36 senadores y 130 diputados para el período 2025-2030.
Según el Tribunal Supremo Electoral, 7.937.138 bolivianos están habilitados para votar, dentro y fuera del territorio nacional. La votación se realizará en un ambiente de crisis económica, fragmentación política y fuerte competencia entre dos candidatos de derecha.
Dos décadas de hegemonía que se diluyen
Desde 2005, el MAS ganó todas las elecciones presidenciales en primera vuelta, con Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025) como líderes. Sin embargo, la fórmula oficialista de este año, encabezada por Eduardo del Castillo, no supera el 2 % de intención de voto. El otro referente de la izquierda, Andrónico Rodríguez, apenas roza el 7 %, reflejando la debilidad del bloque que dominó la política boliviana durante 19 años.
La caída tiene causas profundas. Bolivia enfrenta una inflación interanual del 24,8 por ciento —la más alta desde 2008—, reservas internacionales en niveles críticos y largas filas para conseguir combustible. Las promesas de crecimiento y redistribución que marcaron la era del MAS ya no convencen a un electorado golpeado por la escasez y la falta de divisas.
Empate técnico en la derecha de Bolivia
Los sondeos de Ipsos Ciesmori colocan al empresario Samuel Doria Medina con un 21,2 % de intención de voto y al exmandatario Jorge “Tuto” Quiroga con 20 %. El estudio de Captura Consulting confirma el empate técnico, mientras que Spie SRL invierte el orden: Quiroga 24,45 %, Doria Medina 23,64 %.
La izquierda se refugia en la esperanza y recuerda que en muchos países las encuestas han fallado en los últimos años por varios factores.
Por lo pronto es claro que ninguno de los dos candidatos con más respaldo alcanza la mayoría suficiente para ganar en primera vuelta. Bolivia podría ir nuevamente a las urnas el 19 de octubre.
Los dos candidatos con más respaldo en Bolivia
Ambos candidatos representan a la derecha, pero con matices. Doria Medina apuesta por renegociar créditos internacionales y eliminar subsidios a combustibles para equilibrar las finanzas públicas. Quiroga plantea apertura comercial y acuerdos con potencias como China, Corea, Japón y la Unión Europea para atraer inversiones.
El voto joven: el nuevo árbitro electoral
Un 40 % del padrón está compuesto por jóvenes entre 18 y 35 años. Muchos de ellos crecieron bajo gobiernos del MAS, pero sienten que el discurso oficialista ya no responde a sus expectativas.
Encuestas de opinión muestran que gran parte de este segmento no se identifica con ningún partido y opta por votos en blanco o nulos, una tendencia que favorece a la oposición.
“Los jóvenes perciben a los candidatos como figuras del pasado, desconectadas de sus problemas reales: empleo, acceso a vivienda y oportunidades de emprendimiento”, señala el analista político Gabriel Salinas.
La movilización en redes sociales, las campañas estudiantiles y el rechazo a la corrupción han convertido al voto juvenil en el gran imponderable de estos comicios.
Un MAS debilitado y dividido en Bolivia
La campaña del MAS ha sufrido divisiones internas y falta de un liderazgo fuerte. Evo Morales, impedido de postular, ha llamado a votar nulo, lo que erosiona aún más a sus propios aliados.
Analistas coinciden en que este comportamiento ha profundizado la percepción de crisis en el partido que gobernó con mayorías absolutas.
El voto de castigo no solo proviene de sectores urbanos de clase media, sino también de comunidades rurales que antes respaldaban al MAS. La pérdida de subsidios, el encarecimiento de alimentos y la escasez de combustibles han provocado protestas en zonas que antes eran bastiones oficialistas.
Una segunda vuelta con final abierto en Bolivia
Si se confirma la tendencia, Doria Medina y Quiroga disputarán la presidencia en segunda vuelta. Ambos necesitan atraer a indecisos y a votantes desencantados con el MAS. El resultado final dependerá de la participación y del comportamiento del voto útil, que en Bolivia ha sido decisivo en comicios anteriores.
Para el MAS, la elección de este domingo representa algo más que una disputa por el poder: es una batalla por su supervivencia política. Para los jóvenes y sectores independientes, es la oportunidad de reconfigurar un mapa político dominado por una sola fuerza desde hace 19 años.
Este domingo, Bolivia no solo elegirá a sus nuevas autoridades, sino que decidirá si cierra aunque sea temporalmente el ciclo del socialismo en el poder. Las urnas, y especialmente los votos jóvenes, definirán el futuro de Bolivia.