La Plaza Memorial San Gregorio debió figurar entre las primeras obras de la reconstrucción. No solo tiene un valor simbólico para la memoria colectiva, sino también un peso decisivo en la reactivación del comercio y la economía del centro de Portoviejo.
Los lineamientos conocidos hasta ahora se muestran alentadores. El proyecto contempla un memorial a las víctimas del terremoto del 16 de abril, además de infraestructura para dinamizar la actividad comercial, con locales modernos y espacios adecuados para la interacción ciudadana. También incorpora componentes culturales y urbanísticos que enriquecen la propuesta y le otorgan un carácter integral.
Este tipo de obra debió impulsarse desde el inicio, tras la tragedia. Escuchar la voz de los vecinos del centro siempre debió ser prioridad, pues ellos conocen de primera mano las necesidades y oportunidades del sector.
La Plaza Memorial San Gregorio no es solo un espacio urbano: se perfila como un lugar de encuentro, memoria y desarrollo, capaz de contribuir a la cohesión social y al dinamismo económico de la ciudad.
La ciudadanía, que ha esperado demasiado tiempo, debe mantenerse pendiente. Es necesario que la obra se ejecute en los plazos establecidos y con las características prometidas. Portoviejo merece que este proyecto se convierta, finalmente, en un símbolo de memoria y resiliencia.