El feriado por el Primer Grito de la Independencia llegará sin un incentivo que, en ocasiones anteriores, ha demostrado su eficacia: la reducción del IVA del 15 % al 8 % para actividades turísticas.
La razón no es un cambio de política, sino la falta de reglamentación de la recién aprobada Ley de Áreas Protegidas, que amplía el uso de esta medida a todos los feriados.
En los últimos años, esta rebaja ha incentivado el turismo. Ha movilizado a los turistas pro todo el país y permitido que ciudades y comunidades vivan un respiro económico. No es un detalle menor para un sector que sostiene a miles de familias, genera recursos que contribuyen a la economía estatal y que, en el caso de Manabí, enfrenta problemas severos por el terremoto, la pandemia, la crisis económica y la violencia.
No hay que olvidar que el turismo distribuye sus beneficios directamente en las economías locales.
La falta de la reglamentación se traduce en una oportunidad perdida. Hay otro feriado nacional para dentro de dos meses. Por ello es urgente que se emita el reglamento de la Ley de Áreas Protegidas. Si el país quiere que el turismo sea un motor estable, debe darle los incentivos a tiempo.