El Tribunal Supremo de Estados Unidos falló este lunes 14 de julio a favor de permitir al presidente Donald Trump reanudar los despidos masivos en el Departamento de Educación, una medida que había sido bloqueada por un juez federal en mayo pasado. La decisión, respaldada por los seis jueces conservadores del tribunal, marca un paso significativo hacia el cumplimiento de la promesa electoral de Trump de desmantelar este organismo gubernamental. Las tres juezas demócratas, en desacuerdo, calificaron la resolución como “indefendible” y advirtieron sobre sus implicaciones para la separación de poderes.
La sentencia revoca la orden de un juez de Massachusetts que había detenido los despidos y obligado al Gobierno a readmitir a aproximadamente 1.400 trabajadores destituidos en marzo. El fallo permite a la secretaria de Educación, Linda McMahon, retomar el plan de reducción del departamento, un objetivo clave de la administración Trump.
Críticas de las juezas demócratas
Las juezas Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson emitieron un escrito de disenso en el que condenaron la decisión. Argumentaron que el fallo otorga al Ejecutivo un poder excesivo para eludir leyes mediante la destitución masiva de empleados públicos esenciales para su implementación. “La amenaza a la separación de poderes en nuestra Constitución es grave”, afirmó Sotomayor, quien lideró la postura en minoría.
Asimismo, las magistradas señalaron que el Poder Judicial debe actuar como contención ante acciones ejecutivas que contravengan la ley. Criticaron que el Supremo no haya seguido el ejemplo de tribunales inferiores, que previamente habían bloqueado los despidos por considerarlos carentes de autorización congresional.
Reacciones de Trump y McMahon
Por su parte, el presidente Trump celebró el fallo como una “gran victoria para los padres y estudiantes” del país. En una publicación en Truth Social, afirmó que la decisión permitirá a la secretaria McMahon avanzar en las reformas educativas prometidas. “El Gobierno federal ha estado arruinando nuestro sistema educativo, pero devolveremos el poder al pueblo”, escribió, asegurando que los estudiantes estadounidenses serán “los más formados del mundo”.
Linda McMahon, a cargo del Departamento de Educación, también expresó su satisfacción con la resolución. En un comunicado, lamentó las trabas judiciales previas, pero reiteró su compromiso con las reformas. “Es una pena que el tribunal más alto haya tenido que intervenir para permitir que el presidente impulse las políticas para las que fue elegido”, señaló, según reportó el portal The Hill.
Contexto y antecedentes
El desmantelamiento del Departamento de Educación ha sido una prioridad de Trump desde su campaña electoral, alineada con su discurso de reducir la intervención federal en áreas como la educación. En marzo, la administración despidió a más de un millar de empleados del departamento, una acción que fue bloqueada en mayo por el juez federal Myong Joun. Este juez argumentó que el Ejecutivo necesitaba la aprobación del Congreso para llevar a cabo una reestructuración de tal magnitud, lo que llevó a la readmisión de los trabajadores afectados.
La decisión del Supremo, tomada con el respaldo de los jueces de tendencia conservadora, refleja la polarización en torno a las políticas educativas de Trump. Los defensores de la medida argumentan que descentralizar la educación beneficiará a las familias. Sin embargo, los críticos advierten que la eliminación del departamento podría debilitar el sistema educativo nacional.
Implicaciones futuras
El fallo del Tribunal Supremo allana el camino para que la administración Trump intensifique sus esfuerzos por reestructurar el Departamento de Educación. Sin embargo, la controversia persiste, ya que sectores demócratas y algunos expertos legales consideran que la medida podría enfrentar nuevos desafíos legales.