Tener una licencia de conducir en Estados Unidos puede significar más que movilidad: es acceso al trabajo, a la educación de los hijos y a una vida más digna. Pero el panorama varía drásticamente según el estado. Mientras algunos territorios avanzan hacia la inclusión, otros endurecen las barreras, especialmente para quienes no tienen un estatus migratorio regular.
Desde la costa este hasta el sur profundo, los migrantes enfrentan reglas distintas para acceder a un documento que en muchos casos es esencial. Estados como Nueva York han optado por leyes inclusivas, mientras que en Florida y Texas, las restricciones no solo son normativas, sino incluso penales.
Estados con políticas opuestas
“En Nueva York, cualquier persona puede acceder a una licencia estándar sin importar su estatus migratorio, siempre que cumpla con los requisitos de identidad y residencia”, explica el National Conference of State Legislatures (NCSL) en su análisis de leyes estatales sobre licencias. Esto es posible gracias a la Green Light Law, en vigor desde 2019, que permite a personas sin estatus migratorio obtener una licencia de conducir estándar para uso estatal, sin necesidad de presentar un número de Seguro Social (SSN) ni prueba de residencia legal.
Por el contrario, Florida y Texas mantienen una postura mucho más restrictiva. En el primer caso, desde julio de 2023 se prohíbe completamente la emisión de licencias a migrantes sin papeles. En el segundo, el acceso está condicionado a la presentación de un Número de Seguro Social (SSN) y prueba de presencia legal.
Requisitos clave y diferencias
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Nueva York:
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No exige SSN ni estatus legal.
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Licencia válida solo a nivel estatal.
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Se solicita prueba de identidad, nacimiento y residencia.
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Florida:
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Prohíbe el trámite a migrantes sin papeles.
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No reconoce licencias emitidas por otros estados a indocumentados.
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Transportar migrantes puede implicar penas de hasta 15 años de prisión.
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Texas:
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Requiere estatus legal y SSN para emitir licencia.
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No reconoce licencias de migrantes emitidas en otros estados.
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¿Qué otros estados permiten licencias a migrantes?
Además de Nueva York, otras 18 jurisdicciones —como California, Colorado, Connecticut y Nuevo México— permiten que personas sin estatus migratorio regular accedan a una licencia. Estos estados han optado por modelos de integración frente a un sistema federal que no reconoce esas licencias como documentos oficiales.
En contraste, una docena de estados, incluidos Wyoming, Tennessee y Georgia, mantienen requisitos estrictos que hacen prácticamente imposible el acceso para los indocumentados.
Un documento que marca la diferencia
En un país donde todo se mueve sobre ruedas, contar con una licencia de conducir puede ser el primer paso hacia la estabilidad. La experiencia de migrantes en Nueva York demuestra que políticas incluyentes no solo benefician a quienes llegan, sino también a las comunidades que los reciben. Mientras tanto, las medidas restrictivas en Florida y Texas podrían representar no solo obstáculos administrativos, sino riesgos legales severos.