La Asamblea Nacional de Ecuador, por unanimidad con 143 votos, declaró el 21 de noviembre como el Día Conmemorativo de las Víctimas del Sistema de Servidumbre de la Gleba. Esta acción, impulsada por la sentencia de la Corte Constitucional en el caso Furukawa, busca honrar la memoria de quienes sufrieron esclavitud moderna y garantizar que tales abusos no se repitan en el país.
Sistemas de esclavitud moderna
La decisión de la Asamblea Nacional responde directamente a la Sentencia No. 1072-21-JP/24 de la Corte Constitucional, que abordó el caso de esclavitud moderna en la empresa Furukawa. Esta fecha, el 21 de noviembre, se establece con el propósito de mantener viva la memoria colectiva sobre los sistemas de esclavitud moderna que han atentado contra la dignidad humana.
El objetivo principal es evitar la repetición de estos hechos lamentables y asegurar el reconocimiento social de sus graves consecuencias. La resolución también exige que, en un plazo de diez días, se notifique a la Corte Constitucional y a las entidades públicas involucradas sobre su aprobación, para el cumplimiento de la sentencia.
Compromiso contra la esclavitud moderna
El presidente de la Comisión del Derecho al Trabajo y a la Seguridad Social, Ecknner Recalde, fue quien presentó la moción para esta declaratoria. Recalde enfatizó que este acto es simbólico y ético, y que manifiesta un claro rechazo a todas las formas de esclavitud. Según la sentencia de la Corte Constitucional, entre 1963 y 2019, más de 300 personas y familias padecieron condiciones de esclavitud sin recibir reconocimiento alguno de sus derechos laborales. Esto ocurrió en un contexto de omisión y complicidad de las autoridades de turno.
Recalde explicó que el sistema implementado consistía en la explotación de personas en situación de extrema vulnerabilidad. La mayoría de ellas eran afroecuatorianas, forzadas a vivir en campamentos dentro de las haciendas. Carecían de acceso a servicios básicos y vivían en condiciones que atentaban contra la dignidad humana. Este sistema de servidumbre de la gleba mantuvo a cientos de personas en condiciones inhumanas, privándolas de su libertad y derechos fundamentales.
Lucha por la justicia y la reparación
La asambleísta Paola Cabeza subrayó que la sentencia es el resultado de la lucha incansable de los trabajadores afectados, quienes fueron víctimas de un racismo sistémico. Cabeza afirmó la necesidad de erradicar de raíz la esclavitud derivada de este sistema. Su exclamación, “¡Furukawa nunca más!”, resonó como un llamado a la acción y a la justicia.
La medida adoptada por la Asamblea Nacional representa un paso significativo hacia la reparación de los derechos de las personas y comunidades que sufrieron bajo este régimen de explotación. Se busca no solo conmemorar, sino también educar a la sociedad sobre estas injusticias.