Amnistía Internacional ha denunciado este lunes la muerte de al menos siete civiles en ataques indiscriminados que el Ejército ruso ha lanzado contra la ciudad ucraniana de Sumi, incluyendo un hospital, y que “deben ser investigados como crímenes de guerra”.
Lo que dice la ONG sobre el ataque
Al menos siete civiles murieron y decenas resultaron heridos en el bombardeo del 3 de junio en el que las fuerzas rusas dispararon cohetes Grad no guiados de 122 milímetros, municiones “intrínsecamente imprecisas” y que “afectan a una amplia área, por lo que nunca deben utilizarse en zonas habitadas por población civil”, ha explicado la ONG en un comunicado.
“Nuestra investigación ha demostrado que los cohetes Grad han causado muerte y destrucción en un amplia área de la ciudad de Sumi. Estos ataques indiscriminados deben ser investigados como crímenes de guerra“, ha reclamado el director de Investigación sobre Crisis de Amnistía Internacional, Brian Castner.
Además, Castner ha denunciado que “la guerra de agresión continuada de Rusia ha causado estragos en la vida de la población civil de Ucrania”. “No deben dispararse armas intrínsecamente imprecisas en zonas con una densa población civil“, ha señalado.
Llamado a respetar los derechos humanos
“Mientras el Ejército ruso parece estar intensificando sus ataques contra Sumy y otros lugares de Ucrania, pedimos una vez más que se respete el Derecho Internacional Humanitario”, ha añadido, subrayando que “la población civil no es un objetivo“.
Amnistía ha denunciado el uso de cohetes Grad en lugares donde se concentran civiles al considerar que supone un ataque indiscriminado, teniendo en cuenta que, según ha señalado, éstos no éstos no pueden dirigirse con precisión contra un blanco y las salvas disparadas desde un lanzacohetes múltiple tienden a caer en una zona amplia. “Un ataque indiscriminado que mate o hiera a civiles puede constituir un crimen de guerra“, ha agregado.
Los cohetes impactaron contra hospital
Un equipo de Amnistía Internacional visitó la zona y entrevistó a testigos del bombardeo ocurrido el pasado 3 de junio. El ataque alcanzó un hospital, una ambulancia, una avenida principal y varias viviendas particulares en áreas residenciales de la ciudad.
El lugar con más víctimas fue la avenida Shevchenko, donde murieron cuatro personas el mismo día del bombardeo. Otras dos personas fallecieron después debido a las heridas sufridas durante el ataque, según informó Amnistía Internacional.
Olena Shulga, vecina de un edificio cercano, relató que intentó evitar “lugares peligrosos en horas peligrosas” durante el conflicto. Sin embargo, lamentó que ya “no hay lugar seguro, todos los lugares son peligrosos y nadie sabe dónde morirá“.
Había pacientes en la casa de salud de Ucrania
En el Hospital Clínico Número Cuatro, el director informó a Amnistía Internacional que había unos 160 pacientes ingresados ese día. Señaló que, tras sonar la sirena de ataque aéreo, casi todos los pacientes y el personal llegaron al refugio subterráneo. El refugio está ubicado dentro del hospital, lo que facilitó la evacuación rápida ante la amenaza del bombardeo.
“El cohete cayó cerca de nuestra unidad de cuidados paliativos”, afirmó el director, al referirse a la explosión. El impacto rompió las ventanas del hospital y causó daños en la fachada y el tejado del edificio.
La ciudad de Sumi en Ucrania está a unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia y tiene unos 200.000 habitantes. Las tropas rusas han avanzado en la provincia de Sumi en las últimas semanas, según diversas fuentes.
A inicios de mayo, Moscú declaró que buscaba establecer una “zona de seguridad” en la frontera con Kursk. Este anuncio coincidió con la afirmación de haber recuperado el control total del territorio en esa región fronteriza.