El presidente de China, Xi Jinping, y los líderes de cinco países de Asia Central se reunieron este martes en Kazajistán para firmar un tratado de “buena vecindad, amistad y cooperación eternas”. Esto con el objetivo de fortalecer los vínculos políticos y económicos entre Pekín y las exrepúblicas soviéticas de la región.
A la cumbre asistieron los mandatarios de Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán, Tayikistán y Turkmenistán. Además del presidente Xi, quien además anunció un préstamo por US$209 millones destinado a impulsar proyectos de desarrollo e infraestructura. El evento forma parte de los esfuerzos de China por ampliar su influencia en esta zona estratégica mediante su iniciativa de las “Nuevas Rutas de la Seda”.
Acuerdos clave y proyectos estratégicos
En la reunión se destacó la necesidad de aumentar la cooperación regional en áreas como infraestructura, comercio y conectividad. Xi Jinping pidió avanzar en la construcción del ferrocarril China-Kirguistán-Uzbekistán. Un proyecto prioritario para ampliar la conectividad ferroviaria en Eurasia, según informó la agencia estatal Xinhua.
Durante la cumbre también se discutieron medidas para fortalecer la seguridad regional, facilitar el comercio y promover intercambios culturales. El tratado firmado refuerza la apuesta china por una presencia estable y duradera en la región, considerada un punto clave en el equilibrio geopolítico mundial.
Contexto: China desplaza a Rusia como principal socio comercial
Históricamente bajo la influencia de Rusia, Asia Central ha cobrado un nuevo protagonismo tras la invasión rusa a Ucrania, que debilitó la posición de Moscú en la región. Mientras los lazos con Rusia se mantienen, los países centroasiáticos han buscado diversificar sus relaciones exteriores.
Actualmente, China es el principal socio comercial de Asia Central, con transacciones que alcanzaron los US$95.000 millones en 2024, según datos de aduanas chinas. En comparación, el intercambio comercial con la Unión Europea fue de US$64.000 millones en 2023, y con Rusia, de US$44.000 millones.
Esta creciente dependencia comercial y financiera de Pekín pone en evidencia un reposicionamiento geopolítico en la región, donde las grandes potencias buscan reforzar su presencia en un espacio estratégico y rico en recursos naturales, como gas, petróleo y minerales raros.
Perspectivas regionales y próximos pasos
Según analistas internacionales, el reforzamiento de los vínculos entre China y Asia Central podría tener implicaciones importantes para las futuras relaciones multilaterales en Eurasia. La construcción de nuevas rutas comerciales y de infraestructura contribuirá a una mayor integración regional y al fortalecimiento de los intereses chinos en el corazón del continente.
Con este nuevo tratado, Pekín refuerza su papel como actor económico y diplomático clave en Asia Central, en un contexto marcado por la transición geopolítica y la competencia con otras potencias globales.
