Según documentos judiciales, Pérez Cázares lideraba una organización transnacional dedicada al tráfico de múltiples toneladas de cocaína desde Centroamérica a México, con destino final en Estados Unidos, específicamente en Los Ángeles.
La operación, vinculada al Cártel de Sinaloa, se caracterizaba por su escala masiva y el uso de violencia para proteger los cargamentos.
El acusado colaboraba con un aliado cercano al colíder del cártel, según un comunicado oficial del Departamento de Justicia. Esta red operaba con una estructura sofisticada, asegurando la distribución eficiente de narcóticos en territorio estadounidense.
Violencia y lucro ilícito en Estados unidos
El jefe de la división criminal del Departamento de Justicia, Matthew Galeotti, señaló que ‘El Cadete‘ era un «importante narcotraficante mexicano» que utilizaba la violencia para lucrarse con el tráfico de drogas, afectando el bienestar de los ciudadanos estadounidenses. Su rol no se limitaba a la logística, sino que incluía la planificación estratégica de la red criminal.
Impacto en Estados Unidos
El administrador interino de la DEA, Robert Murphy, destacó que Pérez Cázares no solo transportaba cocaína, sino que «alimentaba un imperio criminal» al canalizar grandes cantidades de narcóticos hacia Estados Unidos.
Murphy enfatizó que el condenado «se lucró con el sufrimiento de la adicción», evidenciando el impacto social de sus actividades.
La sentencia refleja la magnitud de la destrucción causada, según Murphy, quien afirmó que el gobierno demostró que ‘El Cadete’ no era un simple intermediario, sino un líder clave en la conspiración.
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Detención y extradición
Pérez Cázares fue detenido en 2016 en México tras una orden de arresto emitida por Estados Unidos. En 2021, fue extraditado para enfrentar cargos en una corte federal. En 2024, se declaró culpable de conspiración para importar cinco kilogramos o más de cocaína, lo que condujo a su sentencia de 232 meses de prisión.
Contexto del caso
El caso forma parte de la Operación Recuperar Estados Unidos, una iniciativa del Departamento de Justicia para combatir el narcotráfico y las organizaciones criminales transnacionales.
La sentencia de ‘El Cadete’ refuerza los esfuerzos de las autoridades estadounidenses por desmantelar redes de tráfico de drogas. Especialmente aquellas vinculadas al Cártel de Sinaloa, responsable de la distribución de cocaína, fentanilo y otras sustancias en el país.