Desde la dinámica económica, un país tiene dos posibilidades de crecimiento.
Por un lado, está el crecimiento hacia adentro, o también conocido como crecimiento endógeno, caracterizado por el desarrollo de una estructura productiva basada en el aporte del capital humano, los avances tecnológicos y el conocimiento; adicional, el aporte de cada uno de los agentes económicos, de manera especial del Estado, quien, mediante una serie de medidas y políticas, incentiva a los demás actores, de manera especial a los inversionistas, para la generación de bienes y servicios para el consumo interno.
La otra visión es el crecimiento hacia afuera, o también llamado crecimiento exógeno, que conlleva la generación de bienes y servicios para ser parte del desarrollo de la economía mundial a través de los distintos mercados: bienes y servicios, capitales, bursátil, de trabajo, etc. En este tipo de crecimiento influye mucho el aporte de factores como el capital, trabajo y los avances tecnológicos que son incorporados desde una visión externa.
A partir de estas dos visiones del crecimiento económico, Ecuador tiene, en los próximos meses y años, que enfrentarse a la disyuntiva de cuál de estas es la que va a primar desde la postura del modelo de desarrollo que vaya a implementar el Gobierno que entró en vigor, ya que esto implica poner atención a temas como comercio exterior, migración, inversión extranjera directa, acuerdos de cooperación y/o integración, flujos de capitales, etc.
Una de las vías principales es el dinamismo del comercio exterior, de manera específica las exportaciones, que en los últimos años se han incrementado significativamente. Entre 2019 y 2024 tuvieron una variación del 54,2 %, pasando de los USD 22.329,4 millones a USD 34.420,8 millones; mejorando su participación respecto al PIB, del 20,7 % al 27,6 %, respectivamente. En términos de destino de los productos ecuatorianos, EE. UU. se ha constituido históricamente como el principal comprador, aunque en 2024 ha disminuido su participación del 30,2 % a 20,4 % en los mismos años. Han existido mejoras en cuanto al acceso al mercado europeo, ya que la participación de la producción en los países que conforman este continente se ha incrementado de 18,6 % al 22,1 %.
Están pendientes algunas negociaciones en estos dos grandes mercados, dadas las últimas acciones que, en materia de comercio exterior, ha implementado EE. UU. al imponer aranceles a distintos rubros en los que Ecuador tiene ciertas ventajas, pero también puede, en el largo plazo, grandes desventajas si no se logran concretar acuerdos con esta nación para beneficio de los productos internos.