La Armada, a través de la lancha guardacostas Isla Pinta, interceptó una embarcación a 178 millas náuticas al oeste de Manta, decomisando 79 bidones de combustible. El combustible estaba en tres fibras pesqueras y detuvieron a siete personas por presunto tráfico de hidrocarburos.
En un operativo marítimo ejecutado el 2 de junio de 2025, la Armada frustró una operación de contrabando de combustible en alta mar. La intervención, liderada por la lancha guardacostas Isla Pinta, tuvo lugar a 178 millas náuticas al oeste de Manta. La acción resultó en la aprehensión de una embarcación que transportaba 79 bidones de combustible con una capacidad de 18 galones cada uno. A los siete detenidos los pusieron a disposición de las autoridades competentes.
El material incautado, que incluye un volumen aproximado de 1.422 galones de combustible, lo confiscaron. Mientras que los detenidos quedaron bajo custodia para enfrentar investigaciones por el delito de tráfico de combustible, según informó la Armada en un comunicado oficial.
Un golpe al contrabando marítimo
La operación comenzó tras labores de inteligencia y patrullaje marítimo coordinadas por la Capitanía de Puerto de Manta. Estas detectaron movimientos sospechosos en alta mar. La lancha Isla Pinta, diseñada para misiones de vigilancia y control, interceptó la embarcación tras una persecución en aguas internacionales, a unas 178 millas náuticas de la costa. Esta traficaba combustible.
Según fuentes oficiales, los bidones de combustible decomisados podrían estar vinculados a actividades de abastecimiento de embarcaciones dedicadas al narcotráfico, una práctica común en la región para facilitar el traslado de drogas hacia Centroamérica y Norteamérica.
El decomiso de 1.422 galones de combustible representa un golpe a las redes de contrabando que operan en el Pacífico ecuatoriano. Cada bidón, con una capacidad de 18 galones, estaba estratégicamente dispuesto para maximizar el almacenamiento y el transporte, evidenciando una operación logística bien planificada. Los tres motores fuera de borda y las tres fibras pesqueras sugieren que la embarcación estaba preparada para maniobras rápidas y evasivas, una táctica habitual en actividades ilícitas en alta mar.
Contexto: El tráfico de combustible en Ecuador
El tráfico de combustible es un delito recurrente en las costas ecuatorianas. Se presenta especialmente en provincias como Manabí, Esmeraldas y Guayas, debido a su cercanía con rutas marítimas utilizadas por organizaciones criminales. Según datos del Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (SENAE), en 2024 se decomisaron más de 50.000 galones de combustible en operativos marítimos y terrestres.
Este combustible, a menudo subsidiado por el Estado, lo desvían para actividades ilícitas como el narcotráfico. Estas embarcaciones requieren grandes cantidades de carburante para largas travesías.
En Manta, el contrabando de combustible ha sido vinculado a redes que operan en coordinación con grupos narcocriminales como «Los Choneros», aunque las autoridades no han confirmado si los detenidos en este caso tienen nexos directos con dicha organización.
Los detenidos
Las autoridades no revelaron la identidad de los siete detenidos, respetando la presunción de inocencia. Pero indicaron que los trasladaron hasta la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) y
son procesados por el delito de tráfico de combustible, tipificado en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), que establece penas de hasta tres años de prisión.
Expertos en seguridad marítima advierten que el tráfico de combustible es solo una parte de un problema más amplio. Según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, las rutas marítimas de Manabí son utilizadas por redes transnacionales que mueven no solo combustible, sino también drogas y armas, generando un impacto económico y social significativo en las comunidades costeras.
En 2024, el gobierno ecuatoriano destinó 15 millones de dólares adicionales al presupuesto de la Armada para fortalecer la vigilancia marítima, incluyendo la adquisición de nuevas lanchas guardacostas y tecnología de monitoreo.
Este año, se han registrado ocho incautaciones de combustible en las costas de Manta. En la mayoría de ellos, la policía sospecha que el combustible estaba destinado para el tráfico de drogas. (27)