Erik Prince, exmilitar estadounidense y fundador de Blackwater, visitó Ecuador en abril de 2025, específicamente Guayaquil, donde participó en operativos contra el narcotráfico. Su estadía, respaldada por el gobierno de Daniel Noboa como parte de una “alianza estratégica”, ha generado controversia debido a su historial y la falta de claridad sobre los términos de su participación. Las autoridades confirmaron que Prince regresará, mientras sectores políticos y sociales piden explicaciones.
Un visitante polémico
La llegada de Erik Prince a Ecuador ocurrió en un momento crítico de inseguridad y previo a las elecciones presidenciales. Ecuador, azotado por la violencia, recibió al fundador de Blackwater como parte de un esfuerzo gubernamental para fortalecer la seguridad. El 5 de abril, Prince acompañó a ministros del gobierno en un operativo en Portete, un sector conflictivo de la ciudad.
Durante esa jornada, se allanaron viviendas y se realizaron detenciones. Según el Ministerio del Interior, la participación de Prince se limitó a actividades de observación y asesoría. Los opositores dicen que fue show, como parte de la campaña electoral en la que Noboa, ganó a Luisa González. De hecho, Prince, aseguró que un triunfo de la candidata del correísmo beneficiaría a los grupos delictivos.
Prince abandonó el país poco después de cumplir su agenda, que incluyó visitas a zonas conflictivas y reuniones con funcionarios. El Ministerio de Defensa no ha divulgado detalles sobre acuerdos concretos.
Críticas desde la oposición por presencia de Erik Prince
Desde la izquierda ecuatoriana surgieron críticas contundentes. El comunicador Mauro Andino calificó la visita como una maniobra electoral. “Prince llegó solo para hacer campaña, se tomó fotos, habló cosas misóginas contra la candidata González y desapareció”, expresó.
Andino también cuestionó la falta de transparencia: “No hubo ni siquiera una reunión con altos mandos militares para explicar cuál iba a ser su asesoría”. Según él, hasta ahora no existen documentos ni reuniones oficiales que establezcan su función. “¿Hasta cuándo va a durar esta estrategia?”, se preguntó, en referencia al uso de figuras extranjeras para enfrentar la crisis de seguridad.
El gobierno defiende la cooperación internacional
El ministro del Interior, John Reimberg, defendió la participación de Prince como parte de un proceso de capacitación para las Fuerzas Armadas. Aclaró que no se contempló el uso de su ejército privado, sino el aprovechamiento de su experiencia en el terreno.
“El objetivo es recibir conocimientos sobre operaciones en ambientes hostiles y lucha contra el narcotráfico”, señaló Reimberg. También confirmó que Erik Prince regresará a Ecuador para continuar con ese trabajo. Sin embargo, no ofreció fechas ni detalles sobre los términos del acuerdo.
¿Quién es Erik Prince?
Erik Prince es una figura globalmente polémica. Fundó Blackwater, una empresa militar privada que prestó servicios al gobierno de EE.UU. durante la guerra en Irak. En 2007, su empresa fue protagonista del incidente en la plaza Nisour, en Bagdad, donde contratistas mataron a 17 civiles iraquíes. Este hecho generó condenas internacionales y cuestionamientos sobre el uso de fuerzas privadas en conflictos.
Además, organizaciones de derechos humanos han acusado a Blackwater de múltiples violaciones de derechos humanos, incluyendo uso excesivo de la fuerza y torturas. Aunque algunos empleados fueron condenados, Prince evitó consecuencias legales directas. Su nombre quedó asociado a la impunidad y falta de regulación en el sector de seguridad privada.
También ha estado envuelto en negocios opacos y ha ofrecido servicios militares a gobiernos en conflictos. Propuso privatizar la guerra en Afganistán y es conocido por sus ideas de crear ejércitos privados para gobiernos.
Dudas sobre el rol de Erik Prince en Ecuador
En Ecuador, su participación dividió opiniones. Para algunos sectores, su experiencia podría aportar soluciones a una crisis de seguridad que deja miles de víctimas. Otros lo ven como un actor extranjero con un historial cuestionable, que fue incluido sin un rol claro.
No existen informes públicos de si existe un contrato formal con alguna de sus empresas. Hasta ahora, el gobierno ha mantenido en reserva los términos del acuerdo.
Seguridad, política y percepción pública
La presencia de Erik Prince se produjo en plena campaña electoral. Su aparición en operativos fue vista por críticos como un intento de reforzar la imagen de firmeza del gobierno frente al crimen organizado.
Las declaraciones de figuras como Mauro Andino reflejan la percepción de que esta estrategia puede haber tenido fines más simbólicos que prácticos. Con la violencia en aumento, persiste la pregunta de si este tipo de alianzas tendrán un impacto real o son simplemente estrategias políticas.
Mientras tanto, el gobierno insiste en que se trata de una cooperación técnica internacional.