Especialistas en salud mental advierten sobre tres síntomas de estrés que no deben pasarse por alto, ya que podrían derivar en problemas más serios si se mantienen en el tiempo. El estrés afecta a millones de personas en el mundo y se ha intensificado en los últimos años debido a factores laborales, económicos y personales.
Señales clave que indican un estrés nocivo
El estrés ocasional puede ser una respuesta natural del organismo ante situaciones de presión, pero cuando se vuelve crónico, puede tener efectos negativos en distintos sistemas del cuerpo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay tres señales principales que indican que una persona podría estar sufriendo un nivel de estrés perjudicial:
- Trastornos del sueño: Dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes o insomnio son señales frecuentes de un estado de alerta prolongado. Dormir mal afecta la capacidad de concentración, la memoria y la toma de decisiones.
- Problemas gastrointestinales: El estrés puede alterar el funcionamiento del sistema digestivo. Síntomas como dolor abdominal, acidez, diarrea o estreñimiento persistente pueden estar relacionados con una respuesta prolongada del cuerpo al cortisol, la hormona del estrés.
- Cambios de humor o irritabilidad constante: Estar irritable sin razón aparente, sufrir cambios de ánimo repentinos o sentirse constantemente abrumado son indicadores emocionales de estrés crónico que pueden conducir a trastornos de ansiedad o depresión.
Impacto del estrés en la salud a largo plazo
Cuando no se gestionan adecuadamente, estos síntomas pueden derivar en enfermedades cardiovasculares, problemas inmunológicos y trastornos psicológicos. Estudios recientes del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) señalan que el estrés crónico está vinculado con un mayor riesgo de hipertensión, enfermedades autoinmunes y debilitamiento del sistema inmunológico.
Además, el estrés no controlado puede afectar el rendimiento laboral, las relaciones personales y la calidad de vida en general.
Recomendaciones de expertos para el manejo del estrés
Los especialistas recomiendan mantener rutinas saludables que incluyan ejercicio físico regular, descanso adecuado y alimentación balanceada. También sugieren practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración consciente o el yoga.
En casos persistentes, es fundamental acudir a un profesional de la salud mental para recibir acompañamiento adecuado. Reconocer estas señales a tiempo puede marcar la diferencia entre una recuperación o el avance hacia una condición más severa.